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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

12 ago 2010

CENTENARIO vs BICENTENARIO, la interpretación de los historiadores

2010, año del Bicentenario. Sin embargo, existen sectores de la sociedad que menosprecian estos tiempos que vivimos y consideran que los tiempos del Centenario son los que merecen ser venerados e imitados. En el número del mes de Julio de la revista Caras y Caretas apareció una muy interesante nota, de Silvia Valerga, sobre como interpretan los historiadores argentinos el Centenario y el Bicentenario. Por ejemplo, "Félix Luna (1925-2009) recordó el Centenario y al gobierno del presidente Marcelo T. de Alvear(1922-1928) como "uno de los períodos políticos más felices de la historia nacional. Democracia consolidada, reivindicaciones sociales y prosperidad económica fueron característícas de la gestión de un hombre que hizo de la legalidad y la ética política directamente un estilo de vida" / Por su parte, Felipe Pigna tiene otra mirada: "Cuando se dice que ahora estamos peor que la Argentina del Centenario, es muy injusto. En 1910 había pocos habitantes, la riqueza estaba concentrada en una pequeña minoría que vivía en los palacetes de la avenida Alvear y viajaban continuamente a Europa. Las cárceles estaban llenas y había permanentes luchas obreras. Las estadísticas de aquellos años muestran que el 46,5 por ciento de los jóvenes que debían ingresar al servicio militar obligatorio fueron rechazados por bajo peso, desnutrición y tuberculosis. En aquellos años sólo había dos leyes obreras y la gente no votaba. Hubo avances muy importantes en estos últimos cien años". / En tanto, Pacho O'Donnell, dice de la Generación del 80: " La clase dirigente era la aprovechadora de las circunstancias de la Argentina rica porque no se derramaba hacia el resto de la gente". / Mientras que, Osvaldo Bayer, al analizar la Argentina del Centenario dice: "Había triunfado el pensamiento de los llamados liberales positivistas. Mirábamos a Europa, nos avergonzábamos de lo verdaderamente autóctono. La celebración del Centenario fue más bien un homenaje a España y no a los verdaderos libertadores de América. En vez de levantar un monumento a Tupac Amaru, se levantó un monumento a Colón y se puso en el costado este de nuestra Casa Rosada. Se levantó el Monumento de los Españoles y la invitada más importante fue la infanta hispana, Gran Bretaña invertía más en la Argentina que en sus propias colonias, Canadá y Australia. Y, por supuesto, así eran sus ganancias y la dependencia". Al referirse al presente de la Argentina, Bayer opina: "Hoy, en cambio, se lucha más que nunca por nuestra identidad. Luchamos por levantar un monumento a la mujer originaria, en cuyo cuerpo nació el criollo, el mestizo, que hoy corresponde al 61 por ciento de la población argentina. Recordamos a nuestros grandes pensadores de Mayo, como Moreno, como Castelli, como Belgrano, que produjeron documentos para terminar para siempre con la esclavitud de los auténticos pobladores de estas tierras e hicieron esfuerzos para que los argentinos llegáramos a lo que cantamos siempre en el Himno y no cumplimos: 'Ved en trono a la noble igualdad, libertad, libertad, libertad". / Pero, como bien lo dice Valerga en su nota, el análisis de la historia depende del ojo con que se mire. Es así como los historiadores pueden tener interpretaciones del pasado opuestas a las de sus colegas. Por ejemplo, Luis Alberto Romero, al comparar la Argentina del Centenario con la actualidad, dijo: "La primera era un país que empezaba un ascenso y ahora estamos en un ciclo de decadencia. Esa decadencia comienza a mitad del siglo XX con el peronismo y todos los problemas giran alrededos del peronismo por lo que resulta increíble cómo se sostiene a lo largo del tiempo. La década del 30 es una época muy rica en construcciones que hizo el Estado: el Banco Central, los caminos y puentes. Esa no fue la Década Infame y si esa idea persiste es por estos escritores que creen en el ser nacional, esa mezcla de nacionalismo y populismo. Pero ningún historiador serio pensaría en esos términos". Por lo que se ve, pudieron haber ocurrido dos cosas, o Hugo Biolcati leyó a Romero antes de su discurso en la Rural o éste, directamente, le escribió las líneas que tenía que decir. La única diferencia es que Biolcati no se animó a nombrar "la causa" de la decadencia que se inicia a mediados del siglo XX: El Peronismo. / "Raúl Scalabrini Ortiz(1898-1959) es el modelo de historiador que pone en marcha la idea del pensamiento nacional, cuando frente a la crisis del año 30 dice en El hombre que está solo y espera: "El capitalismo hace agua por todos lados y millones de hombres son arrojados a la desocupación y al hambre. Los países desarrollados, envueltos en la crisis, amenguan sus efectos, descargándola sobre los países productores de materia prima. En la Argentina se desmorona "el granero del mundo": caen los precios de las exportaciones y baja el peso. Desocupación, hambre, tuberculosis, delincuencia y suicidios señalan el inicio de la Década Infame". / Se pregunta Scalabrini Ortiz: "¿Cómo es posible que en un país como la Argentina, productor de carnes y cereales, haya hambre?", emprende entonces el inventario de nuestras riquezas: ferrocarriles, frigoríficos y puertos, estudiando quienes son los dueños y llega a esta conclusión: "Los argentinos nada poseen, mientras el imperialismo inglés se lleva nuestras riquezas a precios bajísimos y nos vende sus productos encarecidos, mientras los ingleses nos succionan a través de seguros, fletes, dividendos, jugosa renta producto de su dominio sobre los ... (Continúa en comentarios)

3 comentarios:

  1. ...resortes vitales de nuestra economía". /Finalmente, Norberto Galasso, identificado con la izquierda nacional, dice: "El Centenario consistió en el festejo de una Argentina oligárquica, organizada en beneficio de una minoría como semicolonia británica productora de carnes y cereales baratos, en la que el resto de la sociedad estaba sentenciada al hambre y la desocupación. Los actuales festejos encuentran a una Argentina encaminada hacia un proyecto de crecimiento, autonomía y mejora de las condiciones populares, después de una profunda crisis provocada por la dictadura genocida, la frustración alfonsinista, la traición menemista continuada por De la Rúa y la frustración de las asambleas populares". //

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  2. Excelente artículo Carlos. Menos mal que esta historia actual la estamos viviendo y la podremos contar tal como es no? Un país creciendo después de haber estado en medio del infierno. Saludos.

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  3. Hola Melan! Gracias por leer y dejar tu comentario. Justamente la nota se inicia de esta manera: "La historia oficial de los comienzos de la Patria y de las guerras por la independencia fue escrita por Bartolomé Mitre, que fue presidente de la Nación, escritor, periodista, poeta y jefe de un ejército con 30 mil hombres. ¿Se le puede pedir objetividad a un hombre que protagonizó y escribió la historia?" Mi humilde opinión es que no hace falta ser un destacado actor y narrador de la historia para no tener objetividad histórica. Todos recurrimos a cierta subjetividad para analizar el pasado y el presente. Por lo tanto, el bello ideal de la objetividad pura es practicamente imposible de lograr. Por ello es que en el final de la nota Valerga se pregunte: "¿cómo se escribirá esta historia(la realidad actual) si el narrador natural de estos tiempos, el periodismo, está abocado a una lucha de intereses que lo aleja de la objetividad?. Habrá que esperar cien años para que las pasiones se aquieten y, aun así, cada historiador dará su versión de esta Argentina que cumplió 200 años". Por eso es tan importante tener memoria: no siempre los historiadores nos contaran el pasado tal cual fue. Besos (estuve leyendo tu entrada sobre el caralibro. Realmente muy interesante tus opiniones. Cómo distes con mi blog?)

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