BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

7 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, de F. PIGNA, 2004, parte 7

La historia es por derecho natural de todos, y la tarea es hacer la historia de todos, de todos aquellos que han sido y van a ser dejados de lado por los seleccionadores de lo importante y lo accesorio. Quienes quedan fuera de la historia mueren para siempre, es el último despojo al que nos somete el sistema, no dejar de nosotros siquiera el recuerdo. Los desobedientes de la obediencia debida a la traición, los honestos contra viento y marea, los rebeldes aun en la derrota. Un Túpac Amaru que mantiene su dignidad durante las más horrendas torturas y sigue clamando por la libertad de sus hermanos, soñando con una América libre. Un Manuel Belgrano que no duerme escribiendo un proyecto de país que sabe imposible pero justo, que dedica su vida a la denuncia y persecución de los "partidarios de sí mismos", de los "que usan los privilegios del gobierno para sus usos personales condenando al resto de los ciudadanos a la miseria y la ignorancia". Un Castelli que sueña y hace la revolución en la zona más injusta de América del Sur. Un Mariano Moreno que quema su vida en seis meses de febril actividad, sabiendo que el poder no da tregua y no perdona a los que se le atreven, pero que si nadie se le atreve todo va ser peor. / Aquel pasado debería ayudarnos a dejar de pensar que "en este país siempre estuvo todo y por lo tanto nunca nada estará bien". Nuestra historia, rica como pocas, desmiente categóricamente esa frase funcional al no cambio, que no nos deja ni la posibilidad de soñar con un país mejor para todos. / Ésta es parte de la herencia vacante que tenemos los argentinos. Estas páginas pretenden ser una invitación a la apropiación de lo que nos pertenece. // FELIPE PIGNA

No hay comentarios:

Publicar un comentario