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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

18 mar 2011

DICTADORES POPULISTAS O AGACHADAS REPUBLICANAS

A simple vista, ¿qué cuestión parece identificar a los gobernantes del campo nacional y popular, además de ser considerados, muchas veces de manera peyorativa, como nacionalistas, latinoamericanistas y populistas? Sin duda la necesidad de recurrir a un fuerte liderazgo es una de las cuestiones más sobresalientes y de las más criticadas por los sectores opositores. Se debe partir de que los gobiernos populares con real convicción de transformar la realidad se enfrentan a muy poderosos intereses, por lo general invisibles, de grupos o corporaciones propias de una reducida elite, como asi también de amplios sectores de una clase media extraviada que solo pretende el beneficio individual de sus miembros. Para ellos, cualquier atisbo de un gobierno garante en la construcción de una ciudadanía más plural, democrática y equitativa resulta una formidable amenaza a su estilo de vida e intereses. De allí entonces que siempre procuren boicotear, condicionar y, llegado el caso, voltear a los gobiernos populares. Siempre los preferiran débiles, facilmente manipulables. / Desde un Juan Manuel de Rosas, pasando por un Juan Domingo Perón o llegando a un Néstor Kirchner, siempre han sido rápidamente tildados de autoritarios, crispados, más cerca de ser dictadores populistas tercermundistas que legítimos gobernantes elegidos por la voluntad popular. Ahora bien, los que critican fundamentalmente las "formas" de los líderes de gobierno deberian considerar antes el "fondo" de la cuestión que sustenta la gobernabilidad: el vínculo entre gobernante y gobernados. La tarea primordial del líder es recrear y fortalecer el sentido de su autoridad, legitimando así su condición de conductor. Lamentablemente cuando se pide a los gobernantes que busquen un permanente diálogo o que sean proclives a la obtención de consensos, ....

1 comentario:

  1. ...los sectores individualistas y corporativos se aprovechan de lo que para ellos es una señal de debilidad. No es que un gobernante respaldado por amplios sectores sociales y populares sea un "dictador" por propia naturaleza sino que lo es por una necesidad política de supervivencia: debe mantenerse en el poder si es que pretende transformar la realidad. / Una verdadera dictadura implica la supresión absoluta de todas las condiciones democráticas. Tanto Rosas, como Perón o Kirchner jamás procuraron el aniquilamiento absoluto de la dimensión democrática puesto que ello habría significado atentar contra el sustento básico de sus gobiernos: el apoyo popular. Y ese apoyo popular siempre fue posible, en menor o mayor medida, dependiendo de cada etapa histórica, gracias a cierta dimensión democrática contenedora de la participación política del pueblo.

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