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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

26 may 2012

DEMOCRACIA Y PENSAMIENTO ÚNICO

Un nuevo 25 de Mayo ha pasado. Doscientos dos años han transcurrido de aquellas jornadas históricas en las que un grupo de hombres ilustrados de Buenos Aires, ante la ausencia del rey español, por estar cautivo de Napoleón Bonaparte, decide desplazar del poder político a las autoridades virreinales y darse un gobierno propio.

No trataremos aqui en profundidad lo acontecido por aquel entonces. Solo diremos que se trató de los primeros pasos de un nuevo país que comenzaba a caminar. Tales pasos fueron por momentos enérgicos y por otros dubitativos y no carecieron de las dificultades y contradicciones que caracterizarían a la mayoría de los procesos históricos de la Argentina.
Entre los grandes ideales que impregnaron a la Revolución de Mayo se encontraban aquellos que habían marcado a sangre y fuego la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad, Fraternidad y que, desde entonces, se propagarían por la gran mayoría de las revoluciones por venir. En ellos estaban las semillas de formas republicanas de gobierno, de las democracias que ampliarian los derechos ciudadanos, laborales y sociales, con avances y retrocesos, a lo largo del siglo XX y en lo que va del XXI.

Hay quienes dicen que ya no se puede vivir así, que se ha llegado a niveles de intolerancia y violencia cercanos al abismo, que nuestra democracia experimenta preocupantes retrocesos. Todo ello ha sido por la obra o inacción de un gobierno egoísta, autoritario, soberbio e impulsor de un pensamiento único que tiende a considerar enemigo a todo aquel que piense distinto.
Ahora bien, en primer término hay que decir que, mientras el ser humano no pase a un estadio evolutivo donde, paradógicamente, deje de ser humano para convertirse en otra cosa; o cuando sea dominado mentalmente con el chip incrustado en su cabeza por una nueva elite de seres todopoderosos o por supercomputadoras, el pensamiento único no existe.

Somos libres de pensar múltiples y complejas realidades, aunque cierto es que concretar el cambio de nuestra realidad suele ser muchas veces imposible de lograr.
En la actualidad el concepto "pensamiento único" forma parte de la retórica con la que se busca descalificar al otro por sus intentos de dominación ideológica sobre el resto. Tanto es así que es empleado indistintamente, ya sea para dar cuenta de los ataques de la izquierda a la derecha o las criticas de la derecha a la izquierda.
Pero hasta no hace mucho tiempo era una categoría de análisis de la izquierda o de los movimientos antiglobalización que les permitía dar cuenta del accionar y las consecuencias del capitalismo financiero en su tarea de crear un discurso que nos iluminara de las bondades del Mercado o los beneficios de las privatizaciones.
La mejor consigna que refleja esa preeminencia de lo económico sobre la política es la que nos machacan cada tanto algunos políticos y economistas: "Menos Estado, Más Mercado".

Y aquí debieramos preguntarnos entonces ¿que es la democracia?, ¿cuáles son sus logros y límites?, ¿es la mejor elección posible? ¿o sólo representa una farsa impuesta por el capitalismo?
Sin ser conocedor de estas temáticas, me tomaré el atrevimiento de ensayar algunas respuestas o análisis sobre los interrogantes planteados, anhelando conocer otras opiniones que nos permitan ir despejando todas las dudas posibles.
En primer lugar me parece importante destacar que si bien la democracia nace en las sociedades de la antigüed, sería en el siglo XIX, con la consolidación de los procesos iniciados a partir de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial en Inglaterra, que la democracia comienza a ser el sistema político que mejor se identifique con el ascenso al poder de la burguesía...Es que aquel slogan de la "libertad, igualdad y fraternidad" era quizás la principal bandera enarbolada por el liberalismo impulsado por teóricos franceses e ingleses.

Sin embargo. en esas ideas del liberalismo latía un extraordinario conflicto que muy pronto saldría a la luz y marcaría a la Modernidad hasta nuestros días: la libertad defendida por algunos no era compatible con la igualdad impulsada por otros. Así las cosas, la "fraternidad" se iba al tacho (luego prosigo, ya no dan más mis ojos...maldito tecladito táctil!)