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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

6 sept 2016

De "GRINGOS" morochos Y CRIOLLOS cipayos

Meses atrás, con motivo de la visita al país del presidente de Estados Unidos, leí en Facebook algunas quejas por las críticas y actividades que ciertos sectores sociales hacían por la presencia de Barack Obama en Argentina.
La queja principal pasaba por lo que se consideraba un falso o precario nacionalismo de esos sectores criticos al visitante extranjero y al país que él representa.
Dichos sectores manifestaban un intenso repudio no solo ante la presencia física de Obama y su comitiva sino también frente a los símbolos del país del norte americano, especialmente su bandera.
De manera irónica se criticaba que estos supuestos nacionalistas salieran a relucir banderas argentinas mientras quemaban las norteamericanas. Ahora se acuerdan de la bandera nacional, se preguntaban, cuando en las fechas patrias muy pocos las muestran y solo parecen acordarse de ella cuando juega la selección nacional de fútbol.
Además, continuaban, cuál es el sentido de repudiar y agraviar a un mandatario extranjero que apenas si nos visita unas horas; que daño puede causarnos?
Es más, deberíamos ser entusiastamente agradecidos de que el presidente de una potencia mundial se permitiera hacer un espacio en su ajustada agenda para poder visitarnos.
Qué ganan con quemar banderas y protestar en las calles? Acaso Obama se dará por enterado? Cambiará en algo la realidad de los protestantes? No. Definitivamente sus vidas seguiran siendo las mismas!
Hasta aquí, basicamente, los argumentos de quienes no estaban de acuerdo con los que criticaban y protestaban por la visita de Barack Obama al país.

Seamos sinceros. El nacionalismo no pasa por mostrar nuestra bandera; tampoco por quemar la extranjera. Claro está que cualquiera puede sentirse motivado a expresar su pasión por el deporte, o por la historia argentina, exibiendo y agitando la bandera nacional.
Ser nacionalistas implica desarrollar, primordialmente, un profundo sentimiento de amor a la patria, a partir de la toma de conciencia de sus victorias y derrotas, de sus logros y carencias, de sus sueños y frustraciones.
Ello será fundamental para interpelar a la historia e identificar a sus enemigos, a los de adentro y los de afuera.
Sabiendo quienes son podremos plantarnos frente a ellos, aunque sea de manera simbólica y precaria, pero con la convicción de estar haciendo lo correcto.

La sociedad argentina concentra un fuerte sentimiento antinorteamericano y la propia dirigencia de aquel país lo sabe, por eso bendice y protege cualquier gobierne que se muestre decidido a defender sus intereses por encima de los nacionales y del pueblo argentino.
Lo diremos con todas las letras: el gobierno de Mauricio Macri está decididamente alineado con los Estados Unidos y las demás naciones socias del imperialismo yanqui.

Ninguna visita de estos gobernantes del primer mundo puede ser interpretada como inocente e inofensiva. El daño que puede provocar en tan solo horas puede ser letal y eterno, perfectamente planeado con la complicidad de los vendepatria que nos gobiernan.
El gobierno norteamericano asesoró a los militares argentinos en su lucha contra la subversión. Obama llegó al país un 24 de marzo, aniversario del último golpe militar, solo por casualidad o descuido diplomático? Es para pensarlo con la historia argentina bien latente en nuestras conciencias.
Obama hizo un viaje relámpago a Bariloche solo para conocer nuestras bellezas naturales del sur argentino?
Argentina venía desarrollando un ambicioso plan cientifico y tecnológico, donde la energía nuclear y la puesta en órbita de satélites propios, comenzaba a ser vista, seguramente, con admiración por algunas naciones y con envidia y preocupación por otras. Bariloche era uno de los epicentros de esas investigaciones.
Solo alguien muy ingenuo o desconocedor de la política mundial podría preguntarse porqué a los Estados Unidos le interesaría desbaratar o frenar el avance científico y tecnológico de la Argentina. Solo basta plantearse que tales desarrollos se deben a determinadas políticas nacionales que buscan incrementar la independencia y soberanía de la Argentina en un mundo cada vez más globalizado y dependiente de las potencias del imperio.

Las protestas y luchas contra las injusticias y desigualdades, propias de un capitalismo autodestructivo, liderado por los Estados Unidos, continuaran existiendo aqui y en el resto del mundo, pese a los palos, los gases y los camiones hidrantes. Es muy probable que nada cambie o que todo se ponga cada vez peor, por conflictos bélicos que comienzan a ser globales; pero si nos damos por vencidos antes de intentar la lucha...la existencia misma habra perdido su razón de ser.