BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

5 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, parte 6

Afortunadamente, y como una de las pocas consecuencias positivas de la crisis terminal que vivió la Argentina en 2001, se ha venido dando un saludable renovado interés por nuestra historia, o sea por nosotros, por saber de nosotros, de dónde venimos, por qué estamos como estamos, en fin, quiénes somos y quiénes podemos ser. / En un país donde el pasado estuvo por siglos vinculado al horario de las batallas y al desinterés (palabra poco feliz, si lo pensamos) y la abnegación de los llamados próceres, es un gran avance que importantes sectores de la población de diferentes edades y clases comiencen a interesarse por su patrimonio más importante: su identidad. Porque de esto se trata: la historia de un país es su identidad, es todo lo que nos pasó como sociedad desde que nacimos hasta el presente, y allí están registrados nuestros triunfos y derrotas, nuestras alegrías y tristezas, nuestras glorias y nuestras miserias. Como en un gran albúm familiar, allí nos enorgullecemos y nos avergonzamos de nuestro pasado, pero nunca dejamos de tener en claro que se trata de nosotros. / La supresión de identidad fue quizás una de las prácticas más crueles de la dictadura militar; el desaparecido dejaba de existir como un ser nominado, era un NN con un número asignado por sus captores. A sus hijos se les daba un nuevo nombre y un nuevo destino, en muchos casos antagónico al que soñaban sus padres. La misma operación se ha hecho durante décadas con nuestra historia patria. Se nos ha intentado suprimir la identidad nacional. / Este libro intenta acercar a nuestra gente a nuestra historia. Para que la quieran, para que la "reconquisten", para que disfruten de una maravillosa herencia común, que como todos los bienes de nuestro querido país está mal repartida y apropiada indebidamente.

RICARDO FORSTER Y LA DERECHA NEOGOLPISTA.

Aprendizajes derivados del intento de golpe de Estado en Ecuador.

4 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, de F. PIGNA, parte 5

No se puede seguir hablando de una historia en la que la gente hacía las cosas por abnegación. Hay que recuperar positivamente los bastardeados conceptos de "interés"e "ideología". San Martín cruzó los Andes porque su interés era liberar Chile y de allí pasar a Perú, porque sus ideas eran revolucionarias y formaban parte de un proceso histórico enmarcado en la lucha para terminar con el poder español en América. / La transmisión de la historia como un elemento dinámico, en el que la idea de continuidad se torna evidente, es inadmisible para los postulados del "pensamiento único" que venimos padeciendo precozmente los argentinos desde los dias de la dictadura. Dice Eric Hobsbawn al respecto: "La destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos sociales que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte los jóvenes, hombres y mujeres, de este final de siglo crecen en una suerte de presente sin relación con el pasado del tiempo que viven". / Lamentablemente esta prédica continúa teniendo una notable audiencia y no son pocos hoy los "comunicadores sociales"que acusan a los docentes de "hacer política" cuando se refieren a temas de actualidad o dan su opinión sobre determinado proceso histórico. / Como afirma el historiador catalán Josep Fontana: "Todo trabajo de historiador es político. Nadie puede estudiar, por ejemplo, la Inquisición como si estuviera investigando la vida de los insectos, en la que no se involucra. Porque, o el trabajo del historiador tiene utilidad para la gente de afuera de las aulas, o no sirve para nada".

3 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, parte 4

Además, nuestro país, por sus características, facilita la posibilidad de hacer esa conexión, al punto de que se haya vuelto un lugar común decir que "la historia se repite". Permítaseme un ejemplo. En una escuela carenciada de Rafael Castillo, partido de La Matanza, de las llamadas de Alto riesgo por el propio Ministerio de Educación provincial, estábamos dando una charla a chiquitos de primero a tercer grados. Hablábamos de cómo era la vida en la colonia, y decíamos que las calles se inundaban porque eran de tierra, que no había agua corriente, que pasaba el aguatero, que no había luz eléctrica, que había muy pocos médicos, que la mortalidad infantil era muy alta...y un chiquito dijo claramente: "como ahora". / Es un lugar común decir que a veces se transmite la historia nacional como si fuera un cuento. Pero frecuentemente no se cumple siquiera con las mínimas reglas del cuento infantil. Los cuentos clásicos comienzan diciendo: "Había una vez...", es decir, contextualizan, sitúan al lector en un determinado lugar y en un determinado tiempo, cuentan qué le pasaba a la gente, hablan de miserias y grandezas, de ambiciones, intereses, luchas por el poder y relaciones amorosas. Casi ninguno de estos elementos aparecen, en general, en los relatos históricos destinados al público infantojuvenil. / Allí no hay contexto, se dice 1810 y sólo se agregan algunos datos escenográficos. Qué significa 1810 para un chico de entre 8 y 10 años o para un adolescente? seguramente algo mucho más lejano y ajeno que el planeta de Star wars. En esos "cuentitos históricos" que abonaron nuestra primaria, no había pasiones, ambiciones ni necesidades. Por qué hacían lo que hacían los "próceres?" Por "abnegación", se nos decía por toda respuesta. (continúa)

1 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, parte 3

Es decir que el argumento del ejemplo a imitar, usado como excusa para la exaltación sin límites, en los hechos no existe. Se trata en realidad de la sumisión al personaje. Los ejemplos a imitar deberían provenir de actitudes humanas, de personas falibles, con las mismas debilidades, defectos y virtudes que el resto de sus conciudadanos, pero que eligieron arriesgar sus vidas, sobreponerse, como Manuel Belgrano, a sus múltiples dolencias, y luchar por la libertad y el futuro de su país. Bien distinto es imitar, tomar como ejemplo las virtudes de un personaje histórico, al sometimiento ante la autoridad de un prócer tan perfecto y extraordinario. / Esta despolitización de la historia, despojada de sus verdaderos motores sociales, económicos y culturales, fue acompañada por la exaltación o denostación de los protagonistas de nuestro pasado, tornándola azarosa y ajena y rompiendo el vínculo pasado-presente, imprescindible para despertar el interés de las nuevas generaciones. / A los niños y a los jóvenes les pasa con la historia lo mismo que a los adultos cuando llegan a una reunión en la que personas que no conocen hablan de temas desconocidos. Obviamente no se sienten incluidos, no tienen marco referencial que pueda integrarlos a la charla y por lo tanto pierden todo interés. Son imprescindibles los marcos referenciales inclusivos. Para esto es importante partir del presente, que les quede claro que aquel país de 1810 es el mismo que éste, con muchos cambios, avances y retrocesos, pero el mismo. Y volver al presente. La relación pasado-presente, la comparación constante de los hechos del pasado con los actuales resignifica al hecho histórico y le da sentido.

30 sept 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, por F. PIGNA, parte 2

Así, para muchos argentinos hablar de la dictadura o el menemismo no es hacer historia sino política, como si ambas disciplinas pudieran separarse y prescindir una de la otra. / Resulta interesante destacar el valor didáctico y formativo que tuvo y tiene el inculcar este concepto de la historia y, por ende, de la política. En esta concepción de que la política es para los otros, que la hacen los otros y que la "gente común", por carecer de coraje, aptitudes y -últimamente- audacia, debe abstenerse, podemos encontrar -en parte- las raíces del "algo habrán hecho". En un país que ha vivido gran parte de su historia bajo dictaduras o democracias fraudulentas, restringidas o vigiladas, el compromiso político difícilmente puede ser visto como un hecho positivo. / Es notable cómo uno de los temas más tratados en las clases de ciencias sociales o de historia - por las que más del 90 por ciento de la población del país ha pasado alguna vez-, la Revolución de Mayo, no llega a ser comprendido por la mayoría de la gente en toda su dimensión social, económica y, sobre todo política. Algunos manuales siguen repitiendo frases sin sentido, como: "Mariano Moreno era irascible y Cornelio Saavedra temperamental". Como es lógico, podrían invertirse el orden de los calificativos y nada cambiaría. Los calificativos personales ocupan el lugar de la necesaria clasificación ideológica, la distinción partidaria, los distintos intereses defendidos por cada uno de ellos, los intereses contrapuestos que explican el conflicto que concluyó con el alejamiento de Moreno y su "misteriosa muerte en altamar". / La imagen del prócer absolutamente ajeno a la realidad es una imagen útil para el discurso del poder porque habla de gente de una calidad sobrenatural, de perfección, de lucidez, virtudes vedadas a los simples mortales. {continúa}

29 sept 2010

INTRODUCCIÓN DE LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, DE F. PIGNA, 2004, parte 1

La sociedad argentina ha vivido los últimos 30 años acosada por las vicisitudes del cotidiano sobrevivir, con escaso margen para darse un tiempo para la reflexión sobre los orígenes y las causas remotas de sus males cotidianos. El proceso de exclusión social y política al que viene siendo sometida la mayoría de la población argentina desde 1976 provoca efectos muy negativos que obstaculizan decididamente la conformación de una identidad ciudadana consciente de sus derechos con marcos legales y referenciales claros que avalen sus demandas y hagan posibles sus deseos de realización personal y social. En este contexto, el poder ha logrado que la historia reciente o lejana no forme parte del menú de intereses de la mayoría de la población, que visualiza la historia como una materia de estudio escolar pero no como un instrumento útil para comprender mejor su presente y planificar su futuro. / Más allá de la evolución ideológica y metedológica de nuestros historiadores y docentes, a lo largo de los años el sistema ha logrado que la gente remita la historia argentina a la escuela primaria, es decir, la Revolución de Mayo aparece como un acontecimiento vinculado a la escuela primaria. / Nuestro elemento fundacional como país, históricamente hablando, es un tema de acto escolar. Los sucesos de Mayo son difíciles de pensar -para la mayoría de los argentinos- despojados de betún, corcho quemado y pastelitos. / Es alarmante la efectividad de este mecanismo que despolitiza y reduce, en el imaginario social, prácticamente a la nada a nuestra historia. Y, por otra parte, rotula como históricos, con ese pobre concepto de historia, a los hechos remotos vinculados al calendario escolar y les niega historicidad a los sucesos más recientes, determinantes de nuestro presente.

17 sept 2010

ESTEBAN ECHEVERRÍA, entre el romanticismo y el socialismo utópico.

Escribió Noé Jitrik: "Durante su accidentada gestión como ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires a partir de 1821 y luego como presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, entre 1826 y 1827, Bernardino Rivadavia tomó una gran cantidad de decisiones en todos los órdenes de la vida social, todas dictadas por una suerte de utopismo bebido en la filosofía fisiocrática inglesa, una línea de pensamiento iluminista cuyo fundamento básico era que el hombre podía controlar y remodelar la naturaleza. La realidad se oponía cerrilmente a casi todas, razón por la cual muchas, que parecían producto de un sueño tan avanzado como delirante, fracasaron.(...)También tomó medidas políticas de fondo, tales como hacer dictar una Constitución, asunto que motivó su caída, y organizar el Estado, todavía en ciernes luego de las guerras de Independencia y el surgimiento de caudillos locales que le hacían una pertinaz oposición. Pero Rivadavia no se pudo sostener y el país entró en un estado de turbulencia, en ocasiones sangriento, con la acción de caudillos dispuestos a reivindicar por las armas derechos locales, provinciales o regionales -Quiroga en La Rioja, Ibarra en Santiago del Estero, López en Santa fe, y, por fin, Juan Manuel de Rosas en Buenos Aires, que dominó la escena nacional desde 1830, más o menos, hasta 1852-. Casi como respuesta, surgieron ejércitos -sobre todo los dirigidos por José María Paz y Juan Lavalle- que se declaraban "unitarios", en lucha contra los caudillos, que se declaraban "federales", a veces triunfantes, a veces derrotados. El panorama era, lo menos que puede decirse, confuso, oscuro y daba lugar a hechos brutales, como el fusilamiento de Dorrego y el asesinato de Quiroga, sin contar con la implacable persecución a opositores y contrincantes de quienes detentaran un poder.

HISTORIA, LITERATURA E IDEOLOGÍAS: Los escritores argentinos y su compromiso político.

2010. Año del Bicentenario de la Nación Argentina. Doscientos años de Historia. La Literatura es parte fundamental de la cultura de un país, en este caso el nuestro. Quien escribe siempre procura expresar un mensaje, una idea. Aunque muchas veces el pensamiento del escritor no aparezca de manera explícita siempre hay una ideología que sirve de sustento a lo que se escribe. En esta serie de entradas me gustaria reflexionar y aprender con sus aportes qué es lo que sabemos del pensamiento y el tiempo histórico de Sarmiento, Lugones, Hernández, Cortázar, Arlt, Walsh y tantos otros que han escrito a lo largo de estos doscientos años? Qué nos dicen sus obras sobre sus ideologías y sobre su compromiso político con el tiempo que les tocó vivir? / Puede suceder que muchas veces no logremos apreciar en su total dimensión el pensamiento político o el sistema de ideas de un intelectual o de una determinada etapa histórica. Para ello será imprescindible apelar a la Historia, lo que no implica, una total garantía de comprensión. Pero si no buceamos en las profundidades de nuestra historia como país y en la historia de las ideas que atraviesan una época será inútil cualquier intento de comprender el mensaje de los escritores argentinos. Sarmiento y Echeverría, solo por citar dos ejemplos, escribieron sus obras en determinados contextos políticos y culturales. Es crucial analizarlos y asimilarlos para intentar una mínima aproximación a su pensamiento político y literario. Como libro de cabecera recurriré a "Panorama histórico de la literatura argentina" de Noé Jitrik pero, como ya lo he dicho, me gustaría saber de sus opiniones, sus lecturas, sus recomendaciones. Una cuestión que no mencioné pero que está implícita es el tradicional debate sobre si los intelectuales deben involucrarse en la política de su tiempo.