BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

12 nov 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, por E. GALEANO,parte cinco.

El bloqueo puso de manifiesto, pese a los progresos alumbrados por la ley de aduanas, las limitaciones de la industria nacional, que no estaba capacitada para satisfacer la demanda interna. En realidad, desde 1841 el proteccionismo venía languideciendo, en lugar de acentuarse; Rosas expresaba como nadie los intereses de los estancieros saladeristas de la provincia de Buenos Aires, y no existía, ni nació, una burguesía industrial capaz de impulsar el desarrollo de un capitalismo nacional auténtico y pujante: la gran estancia ocupaba el centro de la vida económica del país, y ninguna política industrial podía emprenderse con independencia y vigor sin abatir la omnipotencia del latifundio exportador. Rosas permaneció siempre, en el fondo, fiel a su clase. "El hombre más de a caballo de toda la provincia", guitarrero y bailarín, gran domador, que se orientaba en las noches de tormenta y sin estrellas masticando unas hebras de pasto para identificar el rumbo, era un gran estanciero productor de carne seca y cueros, y los terratenientes lo habían convertido en su jefe. La leyenda negra que luego se urdió para difamarlo no puede ocultar el carácter nacional y popular de muchas de sus medidas de gobierno, pero la contradicción de clases explica la ausencia de una política industrial dinámica y sostenida, más allá de la cirugía aduanera, en el gobierno del caudillo de los ganaderos. Esa ausencia no puede atribuirse a la inestabilidad y las penurias implícitas en las guerras nacionales y el bloqueo extranjero. Al fin y al cabo, en medio del torbellino de una revolución acosada, José Artigas había articulado, veinte años antes, sus normas industrialistas e integradoras con una reforma agraria en profundidad.

8 nov 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, por E. Galeano, parte 4

Dando un paso importante hacia la reconstrucción de la unidad nacional desgarrada por la guerra, el gobierno de Juan Manuel de Rosas dictó en 1835 una ley de aduanas de signo acentuadamente proteccionista. La ley prohibía la importación de manufacturas de hierro y hojalata, aperos de caballo, ponchos, ceñidores, fajas de lana o algodón, jergones, productos de granja, ruedas de carruaje, velas de sebo y peines, y gravaba con fuertes derechos la introducción de coches, zapatos, cordones, ropas, monturas, frutas secas y bebidas alcohólicas. No se cobraba impuestos a la carne transportada en barcos de bandera argentina, y se impulsaba la talabartería nacional y el cultivo del tabaco. Los efectos se hicieron notar sin demora. Hasta la batalla de Caseros, que derribó a Rosas en 1852, navegaban por los ríos las goletas y los barcos construidos en los astilleros de Corrientes y Santa Fe, había en Bs As más de cien fábricas prósperas y todos los viajeros coincidían en señalar la excelencia de los tejidos y zapatos elaborados en Córdoba y Tucumán, los cigarrillos y las artesanías de Salta, los vinos y aguardientes de Mendoza y San Juan. La ebanistería tucumana exportaba a Chile, Bolivia y Perú. Diez años después de la aprobación de la ley, los buques de guerra de Inglaterra y Francia rompieron a cañonazos las cadenas extendidas a través del Paraná, para abrir la navegación de los ríos interiores argentinos que Rosas mantenía cerrados a cal y canto. A la invasión sucedió el bloqueo. Diez memoriales de los centros industriales de Yorkshire, Liverpool, Manchester, Leeds, Halifax y Bradford, suscritos por mil quinientos banqueros, comerciantes e industriales, habían urgido al gobierno inglés a tomar medidas contra las restricciones impuestas al comercio en el Plata. (continúa)

31 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS. por Galeano, parte tres

"La aparición de la estancia capitalista, en la pampa húmeda del litoral, ponía a todo el país al servicio de las exportaciones de cuero y carne y marchaba de la mano con la dictadura del puerto librecambista de Buenos Aires. El uruguayo Jóse Artigas había sido, hasta la derrota y el exilio, el más lúcidos de los caudillos que encabezaron el combate de las masas criollas contra los comerciantes y los terratenientes atados al mercado mundial, pero muchos años después todavía Felipe Varela fue capaz de desatar una gran rebelión en el norte argentino porque, como decía su proclama, "ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos". Su sublevación encontró eco resonante en todo el interior mediterráneo. Fue el último montonero; murió, tuberculoso y en la miseria, en 1870. El defensor de la «Unión Americana», proyecto de resurrección de la Patria Grande despedazada, es todavía un bandolero, como lo era Artigas hasta no hace mucho, para la historia argentina que se enseña en las escuelas. / Felipe Varela había nacido en un pueblito perdido entre las sierras de Catamarca y había sido un dolorido testigo de la pobreza de su provincia arruinada por el puerto soberbio y lejano. A fines de 1824, cuando Varela tenía tres años de edad, Catamarca no pudo pagar los gastos de los delegados que envió al Congreso Constituyente que se reunió en Buenos Aires, y en la misma situación estaban Misiones, Santiago del Estero y otras provincias. El diputado catamarqueño Manuel Antonio Acevedo denunciaba «el cambio ominoso» que la competencia de los productos extranjeros había provocado: "Catamarca ha mirado hace algún tiempo, y mira hoy, sin poder remediar, a su agricultura, con productos inferiores a sus expensas; a su industria, sin un consumo capaz de alentar a los que la fomentan y ejercen,...(continúa)

28 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS. Galeano, parte dos

"Ningún escenario más propicio que la fértil llanura del litoral para la producción ganadera en gran escala. En 1816, se descubrió un nuevo sistema que permitía conservar indefinidamente los cueros por medio de un tratamiento de arsénico; prosperaban y se multiplicaban, además, los saladeros de carne. Brasil, las Antillas y África abrían sus mercados a la importación de tasajo, y a medida que la carne salada, cortada en lonjas secas, iba ganando consumidores extranjeros, los consumidores argentinos notaban el cambio. Se crearon impuestos al consumo interno de carne, a la par que se desgravaban las exportaciones; en pocos años, el precio de los novillos se multiplicó por tres y las estancias valorizaron sus suelos. Los gauchos estaban acostumbrados a cazar libremente novillos a cielo abierto, en la pampa sin alambrados, para comer el lomo y tirar el resto, con la sola obligación de entregar el cuero al dueño del campo. Las cosas cambiaron. La reorganización de la producción implicaba el sometimiento del gaucho nómada a una nueva dependencia servil: un decreto de 1815 estableció que todo hombre de campo que no tuviera propiedades sería reputado sirviente, con la obligación de llevar papeleta visada por su patrón cada tres meses. O era sirviente, o era vago, y a los vagos se los enganchaba, por la fuerza, en los batallones de frontera. El criollo bravío, que había servido de carne de cañón en los ejércitos patriotas, quedaba convertido en paria, en peón miserable o en milico de fortín. O se rebelaba, lanza en mano, alzándose en el remolino de la montonera. Este gaucho arisco, desposeído de todo salvo la gloria y el coraje, nutrió las cargas de caballería que una y otra vez desafiaron a los ejércitos de línea, bien armados, de Buenos Aires." (continúa)

27 oct 2010

NESTOR KIRCHNER, HOY NOS DEJASTES, PERO HAS INGRESADO A LA HISTORIA GRANDE DE LA ARGENTINA

Hoy no pretendan racionalidad analítica. Voy a escribir con el corazón. Porqué en la política la pasión juega también su papel. Y Néstor KIRCHNER era un apasionado de la política. Un animal político que vivía por y para la política.
Pero hoy, día que se realiza el Censo Nacional 2010, el ex presidente de la Argentina y potencial candidato a la presidencia en el 2011, paradójicamente, dejó de ser un argentino más de los que quedarán registrados en las estadísticas de un censo que, dicho sea de paso, fue fervientemente defendido por él.

Néstor KIRCHNER se fue, nos dejó. Pero hoy vuelve a evidenciarse que Historia y Política se vinculan inevitablemente; ambas se retroalimentan necesariamente. Hoy KIRCHNER ya no está fisicamente entre nosotros, pero ya es parte de nuestra riquísima y compleja historia nacional.
Será recordado como uno de los mejores presidentes que hemos tenido en estos escasos pero prolíficos doscientos años.
Y para ser sinceros no son muchos los mandatarios que tienen el mérito de ser recordados por su pueblo. Es que de eso, justamente, se trata la certeza de que alguién formará parte de la historia grande de un pueblo: el ser recordado con amor y admiración. Cuantos gobernantes han merecido el dolor y las lágrimas del pueblo?

Por supuesto, muchos espíritus egoístas, perversos y escasos de visión histórica se preguntarán de que sirve que te recuerden, que te lloren o te admiren después de muerto. Jamás comprenderán que ser parte de la historia grande de un país implica una victoria sobre la muerte. No ha muerto quien sigue siendo amado, recordado, estudiado.
Las acciones y las ideas de tales personajes históricos siempre estarán siendo revisitadas, reinterpretadas por nuevos actores sociales que continuaran la lucha de quienes ya no estan. Y KIRCHNER hoy entra en la historia para siempre.



24 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, Eduardo Galeano, parte uno

Proteccionismo contra librecambio, el país contra el puerto: ésta fue la pugna que ardió en el trasfondo de las guerras civiles argentinas durante el siglo XIX. Buenos Aires, que en el siglo XVII no habia sido más que una gran aldea de cuatrocientas casas, se apoderó de la nación entera a partir de la Revolución de Mayo y la independencia. Era el puerto único, y por sus horcas caudinas debían pasar todos los productos que entraban y salían del país. Las deformaciones que la hegemonía porteña impuso a la nación se advierten claramente en nuestros días: la capital abarca, con sus suburbios, más de la tercera parte de la población argentina, y ejerce sobre las provincias diversas formas de proxenetismo. En aquella época, detentaban el monopolio de la renta aduanera, de los bancos y de la emisión de moneda, y prosperaba vertiginosamente a costa de las provincias interiores. La casi totalidad de los ingresos de Buenos Aires provenía de la aduana nacional, que el puerto usurpaba en provecho propio, y más de la mitad se destinaba a los gastos de guerra contra las provincias, que de este modo pagaban para ser aniquiladas. / Desde la Sala de Comercio de Buenos Aires, fundada en 1810, los ingleses tendían sus telescopios para vigilar el tránsito de los buques, y abastecían a los porteños con paños finos, flores artificiales, encajes, paraguas, botones y chocolates, mientras la inundación de los ponchos y los estribos de fabricación inglesa hacía estragos país adentro. Para medir la importancia que el mercado mundial atribuía por entonces a los cueros rioplatenses, es preciso trasladarse a una época en la que los plásticos y los revestimientos sintéticos no existian ni siquiera como sospecha en la cabeza de los químicos. (continúa)

LUNA SALVADORA

"¡Dale Gus, corré más rápido o nos atrapa!" El que me grita, desesperado, es Mara, mi primo, quien ya me ha sacado varios metros de ventaja en nuestra alocada carrera. Nunca lo había visto correr tan velozmente. Será por que jamás tuvimos que huir de un "familiar", ¡nombre simpático con el que los lugareños bautizaron a la mascota de Satán! ¿Quién podría considerar a ese perro enorme, espectral y asesino como parte de la familia?

Nos confiamos demasiado. Lo considerábamos extinguido, luego de que aquel paisano, encerrado por su propio patrón en los túneles del ingenio azucarero, le diera muerte. Pero ahora sabemos que el perro diabólico no es un mito: ¡es una realidad que cada vez está más cerca de devorarnos!

Jamás debimos entrar a molestar a las ancianas de la Salamanca. Era verdad lo que decían: las brujas sanaron las heridas del animal y le dieron refugio hasta que Lucifer se dignase a perdonarlo y volviera a necesitar de sus servicios.

Una luna gigante ilumina por completo el cañaveral. Solo tenemos una posibilidad: llegar hasta la pequeña capilla de los zafreros.
Pero dudo en poder lograrlo. El cansancio en mis piernas es abrumador. Puedo oler el azufre que el aliento infernal de la bestia disemina en el aire.
No quiero mirar atrás. Sé que está a punto de morderme los talones. Una plegaria sale de mi boca: "ángel guardian, si en verdad me proteges, hazte presente" Mara ha llegado finalmente a la capilla y parece estar por derribar la puerta con la fuerza de sus golpes. Pero nadie responde.

Es el fin. Caigo rendido junto a los pies de mi primo. Su rostro es fiel retrato del espanto. El monstruo canino de pronto lanza un aullido aterrador. Una luz intensa le quema el pelaje y huye. Es la luna la que se ha reflejado en la cruz metálica de la capilla, salvándonos la vida. //

22 oct 2010

BLUES FINAL

En mitad de la noche senti la necesidad de levantarme para prepararme un trago. Bueno, para ser sincero, hacía varias semanas que no lograba tener placenteras horas de sueño.
Mi médico me había informado de una enfermedad terminal y desde ese momento ya no pude dormir tranquilo, como si no fuera necesario tener que pasar esas horas desconectado de la realidad: ¿para qué dormir tanto cuando me quedaban tan pocas horas de vida?, me preguntaba. 

Estaba por regresar a la cama cuando veo, desde mi ventana, a una mujer (eso fue lo primero que supuse), completamente vestida de negro, parada junto a la puerta de mis vecinos.
Por largo rato la espié. Permanecía inmóvil, como si estuviese esperando el momento oportuno para actuar. Finalmente se movió, pero lo hizo con una lentitud exagerada, sabiendose dueña de todo el tiempo del mundo.
De pronto giró su cabeza y en su pálido rostro no había ojos, solo dos abismos a lo desconocido. Todo lo demás, lo que sucedió luego, me pareció lo apropiado, lo justo.

Mis vecinos era gente muy buena, honesta, labororiosa, pero por sobre todas las cosas, era jóvenes, con toda la vida por delante y, además, padres de niños muy pequeños. Pensé en llamarlos por teléfono y advertirles del peligro. Pero, ¿para qué darles semejante susto?
Para mi estaba claro que la dama de negro venía por mi, solo que, por el momento, estaba algo desorientada.

Entonces serví dos copas de mi mejor vino y me dispuse a disfrutar por última vez de lo que màs me gustó en mi vida: escribí esta historia, que no tiene nada de ficción;y busqué mi disco de blues favorito, y abrí la ventana para que la melodía llegase hasta el patio de mis vecinos.
Esas señales, pensé, tenían que dejarle en claro a aquella entidad cuàl era su objetivo correcto, puesto que supuse, nuevamente, que debía saber todo sobre mi, y sobre todos.

Aunque les parezca raro mi visita fue muy educada. No entró por la ventana abierta, volando, como me lo había imaginado. Tocó el timbre de calle. Abrí la puerta y la invité a pasar. //


21 oct 2010

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO

Nos dice Noé Jitrik en su Panorama histórico de la literatura argentina: "Desde San Juan, Sarmiento (1811-1888), que se iba formando en las ideas contemporáneas, europeas y argentinas, por pura voluntad de aprendizaje -el autodidactismo como modo romántico de construirse, "mis estudios han sido desordenados e incompletos", declara en Mi defensa-, emigró a Chile, por segunda vez, ahora en 1840. Pronto hizo conocer algunas iniciales ideas acerca de educación y periodismo, lo cual, vinculado a un temperamento famosamentede fuerte, lo hicieron objeto de ataques a los que respondió en 1842 con un folleto titulado Mi defensa, instancia primera de Recuerdos de provincia (1850), un texto modelo de autobiografía, en la madurez de su fuerza de escritura. / En 1845, como para neutralizar las gestiones que un enviado de Rosas, Baldomero García, haría con el gobierno de Chile, Sarmiento empezó a publicar una serie de artículos en el periódico El Pogreso, a partir del 2 de mayo de ese año, que, reunidos al final darían lugar a Civilización i barbarie, vida de Juan Facundo Quiroga, i aspecto fisico, costumbres i ábitos de la República Arjentina (sic), publicado ese mismo año. El efecto producido por los artículos fue tal que el ministro Montt decidió enviarlo a Europa, por un lado para alejarlo de la escena y, de paso, para estudiar otros sistemas educativos. El viaje duró dos años y medio y de sus impresiones queda un libro, Viajes por Europa, Africa y América, deleitosas pinturas, en forma de cartas, de los males y bienes de la cultura del Viejo Mundo. / El título del libro, ordenado en ediciones posteriores en una "Introducción" (su primera frase exhibe ya toda la fuerza de su estilo: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes..)CONTINUA

19 oct 2010

DE LEALTADES Y TRAICIONES, parte dos

Decía en mi entrada anterior que daría la impresión que las nuevas generaciones de votantes no dependiesen tanto de las tradiciones políticas de sus padres.

Fundamentalmente porque no existió una afinidad de estos con los sucesos políticos de su tiempo. Las malas experiencias alejan a las personas de la dimensión política de una sociedad y ese desinterés puede llegar a ser absorbido por los más jóvenes.

Esta desvinculación ciudadano-tradición política puede llegar a ser considerada positiva cuando apreciamos que en muchas otras oportunidades la tradición política familiar es tan potente que termina por cegarnos de la realidad. En 1995, por ejemplo, voté por la reelección de Carlos Menem aun advirtiendo que su política iba a contramano de muchos aspectos que habían caracterizado a los gobiernos de Juan Domingo Perón.

Si bien es cierto que Menem fue reelegido presidente por que aún no eran tan evidentes las nefastas consecuencias de su política neoliberal, se me ocurre que mucha gente lo votó, al igual que yo, más que por un pragmatismo alardeado por el mismo presidente, por no romper con lo que dictaba la tradición política familiar.
Es que en el imaginario de muchos Menem continuaba representando un caudillo del interior, un populista pleno de carisma. Es decir, un peronista de ley, heredero legítimo del legado del General. Eso nos quería hacer creer (y lo logró!) cuando afirmaba que si Perón estuviera vivo sin duda actuaría igual que él.

Pero la realidad nos mostraría que Menem no fue leal a Perón ni a nosotros al reconocer que si en las campañas electorales decía la verdad sobre lo que iban a ser sus políticas nadie lo hubiese votado. Él nos mintió, nos traicionó y muchos como yo legitimamos esa traición por ser, paradojicamente, leales a la tradición política familiar. //