BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

16 nov 2010

NÉSTOR KIRCHNER Y SU LUGAR EN LA HISTORIA ARGENTINA

El ensayista e historiador Norberto Galasso analiza la presidencia de Néstor Kirchner y su proyección histórica. También sostiene que la oposición está desesperada por que visualiza el triunfo de Cristina Fernandez de Kirchner en la primera vuelta de la próxima elección presidencial.

14 nov 2010

EL VIAJERO, parte dos


¡ Cúan desastrozo habrá sido mi estado que lo primero que hicieron fue ofrecerme ropa y comida!

Cuando ya había recuperado algo de mis fuerzas me animé a preguntarles cómo sabían quién era yo en realidad y si sabían de mis propósitos. Siempre en voz baja y con unas pocas velas encendidas como toda iluminación, José, tal era su nombre, me respondió serenamente:-El gran maestro nos habló de ti. Nos advirtió que un sujeto con ropajes extranjeros vendría preguntando por nuestra revolución y que no debíamos temerle, porque ese hombre venía con una noble misión...pero...debo confesarle que, ante la evolución de los hechos, temo por la suerte de la revolución y por la vida del doctor Moreno.

Éstas últimas palabras las había pronunciado cargadas de una inocultable tristeza y desazón. Quize preguntarle algo más pero me indicó un viejo catre donde podría dormir por unas horas y culminó su breve exposición con una mezcla de plegaria y lamento:_Los traidores a los ideales de mayo se han adueñado del poder y van por más. Piden la cabeza del líder de los rebeldes. ¡Ojalá que su presencia pueda ser útil a la causa revolucionaria! Ahora necesita descansar. Necesitará de todas sus fuerzas.

Por unos instantes intenté procesar toda la información que estaba recibiendo, pero no pude elaborar ninguna conclusión: quedé rendido por el agotamiento. Mañana sería otro día en la convulsionada Buenos Aires de fines de 1810. [continúa]

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, por E. Galeano, parte seis

Vivian Trías ha comparado, en un libro fecundo, el proteccionismo de Rosas con el ciclo de medidas que Artigas irradió desde la Banda Oriental, entre 1813 y 1815, para conquistar la verdadera independencia del aréa del virreinato rioplatense. Rosas no prohibió a los mercaderes extranjeros ejercer el comercio en el mercado interno, ni devolvió al país las rentas aduaneras que Buenos Aires continúo usurpando, ni terminó con la dictadura del puerto único. En cambio, la nacionalización del comercio interior y la quiebra del monopolio portuario y aduanero de Buenos Aires habían sido capítulos fundamentales, como la cuestión agraria, de la política artiguista. Artigas había querido la libre navegación de los ríos interiores, pero Rosas nunca abrió a las provincias esta llave de acceso al comercio de ultramar. Rosas también permaneció fiel, en el fondo, a su provincia privilegiada. Pese a todas estas limitaciones, el nacionalismo y el populismo del "gaucho de ojos azules" continúan generando odio en las clases dominantes argentinas. Rosas sigue siendo "reo de lesa patria", de acuerdo con una ley de 1857 todavia vigente, y el país se niega todavía a abrir una sepultura nacional para sus huesos enterrados en Europa (*) Su imagen oficial es la imagen de un asesino. // (*) Las venas abiertas de América Latina fue escrito en 1970

12 nov 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, por E. GALEANO,parte cinco.

El bloqueo puso de manifiesto, pese a los progresos alumbrados por la ley de aduanas, las limitaciones de la industria nacional, que no estaba capacitada para satisfacer la demanda interna. En realidad, desde 1841 el proteccionismo venía languideciendo, en lugar de acentuarse; Rosas expresaba como nadie los intereses de los estancieros saladeristas de la provincia de Buenos Aires, y no existía, ni nació, una burguesía industrial capaz de impulsar el desarrollo de un capitalismo nacional auténtico y pujante: la gran estancia ocupaba el centro de la vida económica del país, y ninguna política industrial podía emprenderse con independencia y vigor sin abatir la omnipotencia del latifundio exportador. Rosas permaneció siempre, en el fondo, fiel a su clase. "El hombre más de a caballo de toda la provincia", guitarrero y bailarín, gran domador, que se orientaba en las noches de tormenta y sin estrellas masticando unas hebras de pasto para identificar el rumbo, era un gran estanciero productor de carne seca y cueros, y los terratenientes lo habían convertido en su jefe. La leyenda negra que luego se urdió para difamarlo no puede ocultar el carácter nacional y popular de muchas de sus medidas de gobierno, pero la contradicción de clases explica la ausencia de una política industrial dinámica y sostenida, más allá de la cirugía aduanera, en el gobierno del caudillo de los ganaderos. Esa ausencia no puede atribuirse a la inestabilidad y las penurias implícitas en las guerras nacionales y el bloqueo extranjero. Al fin y al cabo, en medio del torbellino de una revolución acosada, José Artigas había articulado, veinte años antes, sus normas industrialistas e integradoras con una reforma agraria en profundidad.

8 nov 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, por E. Galeano, parte 4

Dando un paso importante hacia la reconstrucción de la unidad nacional desgarrada por la guerra, el gobierno de Juan Manuel de Rosas dictó en 1835 una ley de aduanas de signo acentuadamente proteccionista. La ley prohibía la importación de manufacturas de hierro y hojalata, aperos de caballo, ponchos, ceñidores, fajas de lana o algodón, jergones, productos de granja, ruedas de carruaje, velas de sebo y peines, y gravaba con fuertes derechos la introducción de coches, zapatos, cordones, ropas, monturas, frutas secas y bebidas alcohólicas. No se cobraba impuestos a la carne transportada en barcos de bandera argentina, y se impulsaba la talabartería nacional y el cultivo del tabaco. Los efectos se hicieron notar sin demora. Hasta la batalla de Caseros, que derribó a Rosas en 1852, navegaban por los ríos las goletas y los barcos construidos en los astilleros de Corrientes y Santa Fe, había en Bs As más de cien fábricas prósperas y todos los viajeros coincidían en señalar la excelencia de los tejidos y zapatos elaborados en Córdoba y Tucumán, los cigarrillos y las artesanías de Salta, los vinos y aguardientes de Mendoza y San Juan. La ebanistería tucumana exportaba a Chile, Bolivia y Perú. Diez años después de la aprobación de la ley, los buques de guerra de Inglaterra y Francia rompieron a cañonazos las cadenas extendidas a través del Paraná, para abrir la navegación de los ríos interiores argentinos que Rosas mantenía cerrados a cal y canto. A la invasión sucedió el bloqueo. Diez memoriales de los centros industriales de Yorkshire, Liverpool, Manchester, Leeds, Halifax y Bradford, suscritos por mil quinientos banqueros, comerciantes e industriales, habían urgido al gobierno inglés a tomar medidas contra las restricciones impuestas al comercio en el Plata. (continúa)

31 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS. por Galeano, parte tres

"La aparición de la estancia capitalista, en la pampa húmeda del litoral, ponía a todo el país al servicio de las exportaciones de cuero y carne y marchaba de la mano con la dictadura del puerto librecambista de Buenos Aires. El uruguayo Jóse Artigas había sido, hasta la derrota y el exilio, el más lúcidos de los caudillos que encabezaron el combate de las masas criollas contra los comerciantes y los terratenientes atados al mercado mundial, pero muchos años después todavía Felipe Varela fue capaz de desatar una gran rebelión en el norte argentino porque, como decía su proclama, "ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos". Su sublevación encontró eco resonante en todo el interior mediterráneo. Fue el último montonero; murió, tuberculoso y en la miseria, en 1870. El defensor de la «Unión Americana», proyecto de resurrección de la Patria Grande despedazada, es todavía un bandolero, como lo era Artigas hasta no hace mucho, para la historia argentina que se enseña en las escuelas. / Felipe Varela había nacido en un pueblito perdido entre las sierras de Catamarca y había sido un dolorido testigo de la pobreza de su provincia arruinada por el puerto soberbio y lejano. A fines de 1824, cuando Varela tenía tres años de edad, Catamarca no pudo pagar los gastos de los delegados que envió al Congreso Constituyente que se reunió en Buenos Aires, y en la misma situación estaban Misiones, Santiago del Estero y otras provincias. El diputado catamarqueño Manuel Antonio Acevedo denunciaba «el cambio ominoso» que la competencia de los productos extranjeros había provocado: "Catamarca ha mirado hace algún tiempo, y mira hoy, sin poder remediar, a su agricultura, con productos inferiores a sus expensas; a su industria, sin un consumo capaz de alentar a los que la fomentan y ejercen,...(continúa)

28 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS. Galeano, parte dos

"Ningún escenario más propicio que la fértil llanura del litoral para la producción ganadera en gran escala. En 1816, se descubrió un nuevo sistema que permitía conservar indefinidamente los cueros por medio de un tratamiento de arsénico; prosperaban y se multiplicaban, además, los saladeros de carne. Brasil, las Antillas y África abrían sus mercados a la importación de tasajo, y a medida que la carne salada, cortada en lonjas secas, iba ganando consumidores extranjeros, los consumidores argentinos notaban el cambio. Se crearon impuestos al consumo interno de carne, a la par que se desgravaban las exportaciones; en pocos años, el precio de los novillos se multiplicó por tres y las estancias valorizaron sus suelos. Los gauchos estaban acostumbrados a cazar libremente novillos a cielo abierto, en la pampa sin alambrados, para comer el lomo y tirar el resto, con la sola obligación de entregar el cuero al dueño del campo. Las cosas cambiaron. La reorganización de la producción implicaba el sometimiento del gaucho nómada a una nueva dependencia servil: un decreto de 1815 estableció que todo hombre de campo que no tuviera propiedades sería reputado sirviente, con la obligación de llevar papeleta visada por su patrón cada tres meses. O era sirviente, o era vago, y a los vagos se los enganchaba, por la fuerza, en los batallones de frontera. El criollo bravío, que había servido de carne de cañón en los ejércitos patriotas, quedaba convertido en paria, en peón miserable o en milico de fortín. O se rebelaba, lanza en mano, alzándose en el remolino de la montonera. Este gaucho arisco, desposeído de todo salvo la gloria y el coraje, nutrió las cargas de caballería que una y otra vez desafiaron a los ejércitos de línea, bien armados, de Buenos Aires." (continúa)

27 oct 2010

NESTOR KIRCHNER, HOY NOS DEJASTES, PERO HAS INGRESADO A LA HISTORIA GRANDE DE LA ARGENTINA

Hoy no pretendan racionalidad analítica. Voy a escribir con el corazón. Porqué en la política la pasión juega también su papel. Y Néstor KIRCHNER era un apasionado de la política. Un animal político que vivía por y para la política.
Pero hoy, día que se realiza el Censo Nacional 2010, el ex presidente de la Argentina y potencial candidato a la presidencia en el 2011, paradójicamente, dejó de ser un argentino más de los que quedarán registrados en las estadísticas de un censo que, dicho sea de paso, fue fervientemente defendido por él.

Néstor KIRCHNER se fue, nos dejó. Pero hoy vuelve a evidenciarse que Historia y Política se vinculan inevitablemente; ambas se retroalimentan necesariamente. Hoy KIRCHNER ya no está fisicamente entre nosotros, pero ya es parte de nuestra riquísima y compleja historia nacional.
Será recordado como uno de los mejores presidentes que hemos tenido en estos escasos pero prolíficos doscientos años.
Y para ser sinceros no son muchos los mandatarios que tienen el mérito de ser recordados por su pueblo. Es que de eso, justamente, se trata la certeza de que alguién formará parte de la historia grande de un pueblo: el ser recordado con amor y admiración. Cuantos gobernantes han merecido el dolor y las lágrimas del pueblo?

Por supuesto, muchos espíritus egoístas, perversos y escasos de visión histórica se preguntarán de que sirve que te recuerden, que te lloren o te admiren después de muerto. Jamás comprenderán que ser parte de la historia grande de un país implica una victoria sobre la muerte. No ha muerto quien sigue siendo amado, recordado, estudiado.
Las acciones y las ideas de tales personajes históricos siempre estarán siendo revisitadas, reinterpretadas por nuevos actores sociales que continuaran la lucha de quienes ya no estan. Y KIRCHNER hoy entra en la historia para siempre.



24 oct 2010

LAS LANZAS MONTONERAS Y EL ODIO QUE SOBREVIVIÓ A JUAN MANUEL DE ROSAS, Eduardo Galeano, parte uno

Proteccionismo contra librecambio, el país contra el puerto: ésta fue la pugna que ardió en el trasfondo de las guerras civiles argentinas durante el siglo XIX. Buenos Aires, que en el siglo XVII no habia sido más que una gran aldea de cuatrocientas casas, se apoderó de la nación entera a partir de la Revolución de Mayo y la independencia. Era el puerto único, y por sus horcas caudinas debían pasar todos los productos que entraban y salían del país. Las deformaciones que la hegemonía porteña impuso a la nación se advierten claramente en nuestros días: la capital abarca, con sus suburbios, más de la tercera parte de la población argentina, y ejerce sobre las provincias diversas formas de proxenetismo. En aquella época, detentaban el monopolio de la renta aduanera, de los bancos y de la emisión de moneda, y prosperaba vertiginosamente a costa de las provincias interiores. La casi totalidad de los ingresos de Buenos Aires provenía de la aduana nacional, que el puerto usurpaba en provecho propio, y más de la mitad se destinaba a los gastos de guerra contra las provincias, que de este modo pagaban para ser aniquiladas. / Desde la Sala de Comercio de Buenos Aires, fundada en 1810, los ingleses tendían sus telescopios para vigilar el tránsito de los buques, y abastecían a los porteños con paños finos, flores artificiales, encajes, paraguas, botones y chocolates, mientras la inundación de los ponchos y los estribos de fabricación inglesa hacía estragos país adentro. Para medir la importancia que el mercado mundial atribuía por entonces a los cueros rioplatenses, es preciso trasladarse a una época en la que los plásticos y los revestimientos sintéticos no existian ni siquiera como sospecha en la cabeza de los químicos. (continúa)

LUNA SALVADORA

"¡Dale Gus, corré más rápido o nos atrapa!" El que me grita, desesperado, es Mara, mi primo, quien ya me ha sacado varios metros de ventaja en nuestra alocada carrera. Nunca lo había visto correr tan velozmente. Será por que jamás tuvimos que huir de un "familiar", ¡nombre simpático con el que los lugareños bautizaron a la mascota de Satán! ¿Quién podría considerar a ese perro enorme, espectral y asesino como parte de la familia?

Nos confiamos demasiado. Lo considerábamos extinguido, luego de que aquel paisano, encerrado por su propio patrón en los túneles del ingenio azucarero, le diera muerte. Pero ahora sabemos que el perro diabólico no es un mito: ¡es una realidad que cada vez está más cerca de devorarnos!

Jamás debimos entrar a molestar a las ancianas de la Salamanca. Era verdad lo que decían: las brujas sanaron las heridas del animal y le dieron refugio hasta que Lucifer se dignase a perdonarlo y volviera a necesitar de sus servicios.

Una luna gigante ilumina por completo el cañaveral. Solo tenemos una posibilidad: llegar hasta la pequeña capilla de los zafreros.
Pero dudo en poder lograrlo. El cansancio en mis piernas es abrumador. Puedo oler el azufre que el aliento infernal de la bestia disemina en el aire.
No quiero mirar atrás. Sé que está a punto de morderme los talones. Una plegaria sale de mi boca: "ángel guardian, si en verdad me proteges, hazte presente" Mara ha llegado finalmente a la capilla y parece estar por derribar la puerta con la fuerza de sus golpes. Pero nadie responde.

Es el fin. Caigo rendido junto a los pies de mi primo. Su rostro es fiel retrato del espanto. El monstruo canino de pronto lanza un aullido aterrador. Una luz intensa le quema el pelaje y huye. Es la luna la que se ha reflejado en la cruz metálica de la capilla, salvándonos la vida. //