BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

24 nov 2012

CEDER POSICIONES

Algunas de las reflexiones políticas que me hago giran, inevitablemente, sobre el accionar diario de nuestro gobierno, explicitando cada vez que puedo mi admiración por nuestra presidenta y mi identificaciòn con el modelo político del kirchnerismo.
Aunque también debo reconocer que mi esfuerzo intelectual procura trascender la coyuntura y su vértigo, para lanzar líneas de anàlisis y de interpretación hacia el pasado argentino, animàndome también, en ocasiones, a realizar conjeturas y proyecciones de lo que podria pasar en el futuro.

En entradas anteriores he venido planteando cuestiones relativas a la batalla cultural y la ausencia de solidaridad e incoherencias de la clase media, temàticas inexorablemente vinculadas entre sí.
A su vez, esos planteos, adquieren mayor entidad a la luz de la marcha y protesta del 8N y del Paro "general" del 20N.

Uno de los objetivos declarados -quizàs el principal- para el segundo mandato presidencial de Cristina Fernàndez es la profundización del modelo. La propia Presidenta ha expresado que no se trata de un modelo económico sino de uno Político.
Sin embargo, hay que reconocerlo, se està haciendo evidente que tal profundización se va diluyendo, apaciguando o directamente obstaculizando por el accionar de diversas fuerzas contrarias a las intenciones del gobierno nacional.
Seguramente han de existir varias posibles razones que expliquen esta situación. Intentemos abordar algunas de ellas.

Quizàs lo primero que hay que decir es que con las intenciones de producir cambios no siempre alcanza. Se ha dicho muchas veces que el Kirchnerismo es la posición política de izquierda -o centroizquierda- que representaría un límite para el grueso de la sociedad: màs allà de los Kirchner, y del pensamiento político-económico que representan, no habría margen para la implementación de políticas màs extremas
¿Una profundización del modelo no implica acaso políticas màs extremas? ¿Cuàles son los límites tolerados?

El tema es complejo y fascinante y aquí no se podràn dar respuestas definitivas, pero una cuestión central es que ningún gobierno democràtico puede realizar profundos cambios culturales, o en la estructura productiva, o en el sistema político, sin fuerzas suficientes para enfrentar los factores de poder siempre contrarios a tales cambios; y en esa fuerza requerida se hace imprescindible el concurso de la voluntad popular.

Pero, si continuamos profundizando sobre la relación de la ciudadanía con el gobierno, podemos apreciar que algunos argumentos de las manifestaciones y protestas no se fundamentan, precisamente, en la ejecución de políticas de izquierda. Así por ejemplo, el recorte salarial de muchos trabajadores, vía Impuesto a las Ganancias o el no cobro de las asignaciones familiares, distan mucho de ser políticas de un gobierno de izquierda.
Las razones para tales recortes salariales, que provocan un comprensible fastidio en trabajadores y sindicalistas, no habría que buscarlas tanto en una política-económica que dejó de ser peronista y popular, sino màs bien en las necesidades macroeconómicas derivadas de una profunda y severa crisis global del capitalismo. Es el sacrificio que la situación reclama a los trabajadores argentinos.

CONTINÚA...


Diciembre de 2014, finalmente, más de dos años despues, retomo la continuación de estas reflexiones. Y es llamativo que mis opiniones actuales puedan insertarse y acomodarse casi con "naturalidad" al texto que escribí en noviembre de 2012.

El título de aquella vez tiene estrecha vinculación con una pregunta que formulé días atrás en el muro de mi Facebook: "hasta cuando es conveniente tensar una situación que puede llegar a explotar por no querer claudicar o por mera obstinación?"

Dicho interrogante buscaba iniciar una autocrítica a la política del gobierno nacional por su decisión de mantener intacta su posición frente a lo que se ha dado en llamar " impuesto a las ganancias ".

Siempre he considerado la aplicación de ese " impuesto" como una de las formas que evidencia la batalla socio cultural por lograr una sociedad más justa, solidaria e igualitaria. Los gobiernos identificados con ese tipo de sociedad son los que levantan las banderas, buscando entusiasmar a la ciudadanía en la interiorización de los beneficios de la victoria.

Sin embargo, la batalla comienza a perderse cuando los ciudadanos no se sienten identificados por determinadas banderas y retacean su respaldo a los gobernantes, debilitando su autoridad.

Habíamos dicho que el gobierno nacional aplicaba el "impuesto" ante la gravedad de la situación económica internacional. También dijimos que era un "sacrificio " que se le pedía a los trabajadores de mayores ingresos.

Hay que decir ahora que el contexto económico mundial sigue igual o está peor que hace dos años atrás, que la economía argentina muestra claras evidencias de desaceleración y estancamiento, y complicando aun mas la situación estamos sufriendo el permanente hostigamiento de los fondos buitres.

Todo ello ha llevado al gobierno a políticas que buscan frenar el descenso de las reservas del Banco Central y a la no actualización de las escalas salariales que deben pagar el "impuesto a las ganancias", lo que ha derivado en el incremento de la cantidad de trabajadores que sufren un descuento salarial por tal concepto.

Esta situación, sumado a los elevados índices de inflación y al real deterioro de algunas variables de la economía, han provocado una escalada de los reclamos y de los conflictos gremiales.

Hace unas horas la Presidenta ha comunicado la decisión de no descontar del medio aguinaldo lo correspondiente al impuesto a las ganancias, cediendo en parte a los reclamos que piden la total eliminación del " impuesto ".

Los gremialistas seguramente continuaran con sus reclamos, sabiendo que día a día el gobierno nacional se va desgastando en su último año de mandato, lo que no implica que la Presidenta vuelva a ceder ante los pedidos.

20 nov 2012

PARO NACIONAL (posicionàndose en la interna peronista)

Primeras horas de éste 20 de noviembre, día de la Soberanía Nacional y del paro "nacional" establecido por la CGT traidora.

A pesar del gran cansancio que siento en estos momentos, me pareció oportuno expresar una humilde y, sin duda, incompleta y subjetiva opinión.
Me excuso en mi cansancio para defenderme de las posibles criticas por la incapacidad de anàlisis que pudiese evidenciar en estos temas políticosindicales.

En esa palabra, "políticosindicales" (que, obviamente, resulta de la unión de dos palabras independientes), residen los sentidos finales de la cuestión.
¿El paro se debe al reclamo exclusivo de derechos sindicales, de reivindicaciones obreras, exigidas por representantes de todos los trabajadores?
Es claro que la dimensión sindical està presente, pero se hace màs evidente aún que la dimensión política adquiere mayor preponderancia.
El sentido sindical u obrero pierde relevancia desde el momento que apreciamos que se invoca a una huelga nacional por representantes de algunos sindicatos, siendo posible también advertir que dentro mísmo de cada rama laboral, la mayoría de las veces, existen discrepancias de criterios de cómo encarar cada realidad en particular.
Por otro lado, pero en la misma tendencia de desvalorización de una supuesta protesta nacional, lo que se està reclamando afecta, en gran medida, a un sector minoritario de los trabajadores.
¡Y ni hablemos de la pretendida legitimidad de ciertos representantes sindicales! Muchos de ellos no ocupan sus cargos por haber sido elegidos democràticamente por los trabajadores.

Es verdad, ¡Moyano fue un gran referente del sindicalismo argentino en su lucha contra las nefastas políticas neoliberales de los noventa y principios de siglo!
Pero actualmente perdió la brújula...o su reloj atrasa!
No estamos en presencia de políticas neoliberales; y el sentido último o màs profundo del actual gobierno peronista està a años luz del peronismo devaluado que instauró el riojano que pretendió ser caudillo y terminó cipayo del Imperio

Todo esto me hace pensar que el "paro nacional" y toda la estrategia confrontativa de Moyano y su gente no pasa tanto por una dimensión sindical/trabajadora sino màs bien por una política, entendiendo por tal a la lucha de poder que tarde o temprano volverà a sacudir las estructuras del Peronismo.
Así se entiende, por ejemplo, las críticas a la Presidenta y al kirchnerismo, sosteniendo que el actual gobierno se aleja de las enseñanzas de Perón o de los símbolos del peronismo para transformarse en cualquier otra cosa. Cómo contrapartida, el moyanismo declara abiertamente apoyar a Scioli en una futura candidatura presidencial; sentàndose incluso junto a Macri sólo para ganarse el desprecio del gobierno nacional.

Lo de Moyano, si lo pensamos con cierta lógica partidaria, es parte natural de los movimientos internos que se dan en el peronismo por obra de las ideologías e intereses de los actores políticos.
El líder de los camioneros, por màs lucha contra el neoliberalismo que haya encarado, siempre se ubicó en el espectro màs derechista y burocràtico del peronismo, en su guardia sindical. Es comprensible entonces su toma de distancia de un gobierno que hunde sus raíces ideológicas en el espectro izquierdista del peronismo, en aquella juventud gloriosa que luego Perón soltaría de la mano para refugiarse en la rama sindical y menos revolucionaria del movimiento que había creado.

No es un dato menor la pretensión de Moyano de pisar fuerte en la estructura del partido y su sueño de ser el Lula argentino, es decir, un presidente nacido del movimiento obrero argentino.
Pero claro, para ello, es imprescindible contar con los votos de la mayoría del pueblo.
En un rato salgo de laburar y quiero volver tranquilo y seguro a mi casa. Si así no ocurre den por seguro que Moyano jamàs contarà con mi voto y que tendré bien presente a toda su flia.

3 nov 2012

FUNDAMENTOS Y CONSIDERACIONES SOBRE EL 8N

Si hacen click sobre Comentarios podran acceder a la publicación de Victor Gabriel Gullotta, en su muro de Facebook, dando su interpretación de lo que se està gestando, desde el poder comunicacional de la Corporación mediàtica, con la amplia difusión y exaltación de la marcha contra el gobierno nacional, planeada para el jueves 8 de noviembre.

Intentaré hacer unas consideraciones sobre estas cuestiones de gran actualidad.
Lo primero en razonar refiere a la propia condición democràtica de nuestra realidad nacional: el derecho a disentir, a protestar contra un gobierno es una posibilidad de expresión que sólo no tendría vigencia en una real dictadura.
Por otro lado, es lògico que muchos ciudadanos tengan la necesidad de protestar por x motivos: toda política que busque el desarrollo y progreso de las mayorias, por màs paradògico y contradictorio que parezca, ha de afectar, necesariamente, los intereses y derechos individuales