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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

3 oct 2010

INTRODUCCIÓN de LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA, parte 4

Además, nuestro país, por sus características, facilita la posibilidad de hacer esa conexión, al punto de que se haya vuelto un lugar común decir que "la historia se repite". Permítaseme un ejemplo. En una escuela carenciada de Rafael Castillo, partido de La Matanza, de las llamadas de Alto riesgo por el propio Ministerio de Educación provincial, estábamos dando una charla a chiquitos de primero a tercer grados. Hablábamos de cómo era la vida en la colonia, y decíamos que las calles se inundaban porque eran de tierra, que no había agua corriente, que pasaba el aguatero, que no había luz eléctrica, que había muy pocos médicos, que la mortalidad infantil era muy alta...y un chiquito dijo claramente: "como ahora". / Es un lugar común decir que a veces se transmite la historia nacional como si fuera un cuento. Pero frecuentemente no se cumple siquiera con las mínimas reglas del cuento infantil. Los cuentos clásicos comienzan diciendo: "Había una vez...", es decir, contextualizan, sitúan al lector en un determinado lugar y en un determinado tiempo, cuentan qué le pasaba a la gente, hablan de miserias y grandezas, de ambiciones, intereses, luchas por el poder y relaciones amorosas. Casi ninguno de estos elementos aparecen, en general, en los relatos históricos destinados al público infantojuvenil. / Allí no hay contexto, se dice 1810 y sólo se agregan algunos datos escenográficos. Qué significa 1810 para un chico de entre 8 y 10 años o para un adolescente? seguramente algo mucho más lejano y ajeno que el planeta de Star wars. En esos "cuentitos históricos" que abonaron nuestra primaria, no había pasiones, ambiciones ni necesidades. Por qué hacían lo que hacían los "próceres?" Por "abnegación", se nos decía por toda respuesta. (continúa)