BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

24 feb 2013

JUAN JOSÉ CASTELLI, "el orador destinado para alucinar a los concurrentes".

Mientras avanza mi lectura del libro "Juan José Castelli, de súbdito de la corona a líder revolucionario" (Wasserman, Fabio; Edhasa, Bs As, 2011), reflexiono sobre un doble proceso cognitivo que parece estar dàndose, afortunadamente, en mi.
Por un lado la asimilación o incorporación de información, tanto de la que ya conocía por otras lecturas como la de otra que desconocía por completo.
Y, por otro lado, la transformación de toda esa información, mediante complejos procesos intelectuales, en nuevas interpretaciones y conclusiones sobre la vida y el pensamiento de un personaje tan singular de nuestra historia.

No es mi intención aburrirlos con tediosas transcripciones o la enumeración de fragmentos memorísticos, incorporados por la fuerza.
Quien lee Historia, ademàs de la búsqueda de conocimiento en sí, lo hace porque halla un extraordinario placer en los procesos internos que derivan en el descubrimiento y la comprensión del pasado, aunque esto último no llegue siempre a concretarse, intensificando así el desafío de encarar nuevas lecturas para acceder a la verdad histórica, lo que, en definitiva, nos proporcionarà mayor libertad y capacidad comprensiva.

¿Qué sabemos entonces sobre la vida de Juan José Castelli? ¿Quién fue, a qué se dedicaba, qué ideas tenía, cómo es que se convirtió en figura destacada del proceso revolucionario iniciado en 1810, porqué parece algo olvidado por los historiadores?
Algunos interrogantes que nos pueden servir de guía para encarar la continuidad de esta publicación, que no pretende enseñar Historia sino màs bien abordarla con humildad y honestidad intelectual, intercambiando opiniones que contribuyan para que la Historia argentina no sea un relato muerto sino todo lo contrario.

Aquí entonces lo que voy asimilando y aprendiendo de Juan José Castelli, aquel hombre que los miembros de la Audiencia calificarian, en septiembre de 1810, como el "orador destinado para alucinar a los concurrentes"

Castelli nace en el seno de una familia acomodada de Buenos Aires, en 1764

CONTINÚA

21 feb 2013

POLITOLOGÍA FANÁTICA

En la publicación anterior pretendí  desarrollar algunas líneas de pensamiento que me lleven a explicitar mi visión sobre el proceso electoral argentino que pronto cobrará notoriedad, proceso que ha de culminar con las elecciones a realizarse en Octubre.
Ciertamente, a dicha publicación aún le resta bastante desarrollo, profundizando aún más en los análisis necesarios para alcanzar un conocimiento válido de procesos tan importantes para la sociedad que habitamos.
Confío en poder retomar tales análisis cuanto antes, incluso en esta misma publicación, ya que la idea fuerza que planteo, si bien ha sido explicitada en el título, no tiene aún el desarrollo que le de entidad propia.
Aquella idea fuerza que origina mi anterior post pretende dejar asentada mi creencia, o mi convicción, de que el oficialismo, tanto el bonaerense como el nacional, conservará, en gran medida, el poder de los últimos tiempos, luego de las elecciones legislativas de este año.

Tal afirmación, sin duda, representa una apuesta muy fuerte de mi parte, ya que muchos me dirán que perdí la cordura y me pedirán que abandone mi insistencia en una politología barata, propia de la más absoluta ignorancia y de un fanatismo irracional, que sólo terminará hundiéndome en las arenas movedizas del desprestigio y la burla.

No puedo decir que esten equivocados los que así piensan, ya que es muy probable que sea grande mi ignorancia y fanático mi sentimiento hacia el kirchnerismo.
Pero si soy consciente de la peligrosidad que representa el cóctel ignorancia más fanatismo, ¿porqué seguir en el sendero hacia la desaprobación y el escarmiento de la "sociedad" lectora?
Parte de la respuesta quizás se fundamente en que esa partecita de la sociedad que puede llegar a leerme ha de ser realmente diminuta, y esto es un concepto objetivo, no descalificativo.
Dicho de otra manera, debe ser prácticamente nula mi influencia en la formación del pensamiento político de mis lectores.
¿Para qué escribir entonces? podría preguntarse alguien. Cada uno tendrá sus respuestas al respecto. Yo lo hago porque desde hace una década comenzó a importarme mucho más la Política y la Historia argentina. El escribir sobre ellas me llevan a querer aprender cada día más, a traves de lecturas y de los debates o intercambios de opiniones que pudieran originarse a raíz de mis publicaciones.

16 feb 2013

CAMINO A UN NUEVO TRIUNFO OFICIALISTA? (primera parte)

Es impresionante con que velocidad -y voracidad- suceden los hechos y procesos que van configurando nuestra realidad, en especial a lo que hace a la política criolla. Muchos quizás no pueden -o no quieren- apreciarlo por el singular fenómeno donde el estar tan pendiente de nuestros asuntos cotidianos produce un estado de inmovilización, o de estar moviendonos en cámara lenta, cuando en verdad toda la existencia está aconteciendo de manera vertiginosa.
O quizás sea el simple hecho de que preferimos ignorar o despreciar todo lo que ocurre en la dimensión política que nos rodea y atraviesa.

El hecho concreto es que en tan sólo seis meses estaremos votando nuevamente, en la instancia de la denominada PASO, la elección primaria que se realiza dos meses antes de la general.
Seguramente alguien pensará o me señalará que aun no es tiempo de hablar de elecciones, que es temprano y que a la gente no le interesa porque "está en otra".
Esa creencia, o modo de ver las cosas, es justamente una prueba de lo señalado al inicio de la publicación.
Probablemente en los medios tradicionales aun no se esta hablando abiertamente sobre los procesos electorales que definiran buena parte de la dimensión política de los próximos dos años.
Sin embargo, en los blogs y otros espacios de discusión y difusión virtual ya es posible advertir una creciente tendencia a pensar y escribir sobre la política argenta.

No cabe duda que hay -y habrá- mucho para reflexionar, escribir y debatir, lo que no es garantía de que siempre se encuentre la verdad o la explicación certera de los hechos.
Pero no deja de ser válido que se encare el análisis y la comprensión de las variables que cruzan y definen no solo la coyuntura sino también el corto y mediano plazo de la realidad política.

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A quienes aún no lo saben les comento que estas publicaciones -como la gran mayoría de lo que escribo en la web- son elaboradas en mi móvil, de allí que a veces las suba al blog de manera urgente, con fallas de tipeo o escaso desarrollo teórico, por temor a que la inestabilidad de la señal telefónica me impida hacerles conocer mi pensamiento. También veran que muchos de mis posts culminan con el clásico "continuará", porque soy consciente de que le faltan desarrollo y guardo la esperanza de retomarlos en algún momento.
Esa necesidad de escribir a contra reloj me pone muchas veces en la situación de avanzar en la escritura sin tener en claro que título le pondré al texto.
Y es un hecho que cuando decido finalmente un título muchas cuestiones, planteadas o no en el post, comienzan a adquirir nuevas reinterpretaciones.

¿Camino a un nuevo triunfo oficialista? es una manera impactante y provocadora de titular. No sólo porque tienta a su lectura sino también, y sobre todo, deja abierta la posibilidad a varios desarrollos teóricos y a diversas especulaciones o conjeturas.

Decia anteriormente que es posible que en los grandes medios informativos aun no se hable abiertamente sobre política argentina, esto es, en términos de los procesos electorales que definaran los representantes de cada agrupación política.
Sin embargo, no significa esto que los medios no esten actuando para el logro de sus intereses, y para ello estan decididos a dañar al gobierno nacional con una artilleria discursiva que busca influir en el pensamiento político de las masas.
Su mayor interés y objetivo es que el Kirchnerismo, o cualquier otra fuerza comprometida con las políticas e ideologías imperantes en la última década, no se mantenga en el poder.
Cualquiera que lea, por ejemplo, La Nación o Clarín, dos de los medios pertenecientes a poderosos grupos empresariales, comprobará que sus artículos son una sucesión de criticas y ataques al gobierno y a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, con el evidente propósito de deslegitimarlo ante la opinión pública, para así crear un estado de ánimo pesimista y adverso a la permanencia en el poder de un gobierno que le hace frente a las corporaciones de todo tipo.

Recordaran Ustedes, por caso, que los medios hegemónicos, en ocasión del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, pretendieron crear la imagen de una presidenta débil y vulnerable, a semejanza del momento histórico en que la muerte de Juan Perón obligó a que su mujer, Isabel, inexperta de toda actividad política, asumiera el poder en un contexto de creciente inestabilidad y violencia.
Aquel fue, en efecto, un gobierno débil, condenado desde el vamos al fracaso. Pero no hay comparación con la situación que debió afrontar nuestra actual presidenta, en gran medida porque la Argentina ya no era el mismo país de aquel entonces, pero además porque Cristina se hizo fuerte en la adversidad y los que la compararon con Isabel debieron tragarse sus palabras.
Prueba contundente de la incapacidad -y de la malaintención- de los analistas políticos ha sido querer mostrarla como débil y conciliadora, en comparación a un Néstor Kirchner que habría sido duro e impiadoso. Ahora resulta que Néstor era más accesible, pragmático y conciliador, en relación a una Cristina crispada, inflexible, caprichosa y más "cerrada", ideológicamente.

Los medios "opositores" se empeñan en crear en el pensamiento político de la ciudadanía la idea que la presidenta gobierna sola, sin nadie confiable a quien consultar y sin voluntad para escuchar otras voces ajenas a su entorno, lo que la llevaría a mostrarse soberbia y crispada. Aseguran además que todo ello estaría provocando en la consideración ciudadana un sostenido descenso de su imagen positiva; llegando incluso a vaticinar que una caida a niveles tan pobres de popularidad y simpatía serían muy difícil de revertir.
Lo llamativo es que no esten publicando ninguna encuesta que corroboren tales afirmaciones.

CONTINUARÃ

7 feb 2013

CASTELLI, HISTORIA Y MEMORIA

En la introducción del libro "Juan Josė Castelli. De súbdito de la corona a líder revolucionario", de Fabio Wasserman, se lee: "(...), queda sin embargo una pregunta que una biografía debería poder dilucidar: ¿quién fue Castelli? Esta pregunta nos remite a un problema de difícil resolución en todo estudio que quiera ir más allá de la ubicación del personaje en un contexto social y político: cómo acceder a su intimidad. En este caso el problema se agudiza pues, a pesar de las numerosas valoraciones retrospectivas que se han hecho de Castelli, lo cierto es que casi no disponemos de documentos como memorias, biografías, cartas o relatos de familiares y allegados que nos permitan reconstruir su intimidad o al menos realizar conjeturas sobre cuáles eran sus percepciones, ideas y sentimientos. Esta falta se hace sentir sobre todo en lo que hace a su infancia y juventud, período del que sólo contamos con información escasa que nos permite ubicarlo en determinados escenarios, pero sin que podamos saber cómo se desenvolvió en ellos. También afecta a sus momentos de mayor exposición pública, en los que mantuvo una nutrida correspondencia. En relación con esto último hay una explicación posible, y es la pérdida de sus papeles tras la derrota de Guaqui. Décadas más tarde, el erudito boliviano Gabriel René Moreno pudo hacerse con parte de su archivo, pero estos y otros documentos sobre la historia de Bolivia que tenía guardados en un depósito de Santiago de Chile se perdieron a causa de un incendio producido en 1881".

Estas palabras de Wasserman me resultaron apropiadas para ensayar algunas reflexiones vinculadas a una de mis mayores inquietudes de los últimos tiempos: el conocimiento de nuestras historias de vida.
Pero dicho conocimiento no surgirá de la nada: es necesario dejar evidencias; testimonios de nuestra existencia.

Se podría llegar a pensar que la era de la información en la que vivimos está a años luz de los tiempos de Castelli, lo que permitiría que cualquiera de nosotros podría asegurar un saber histórico a todo aquel que se propusiera investigar nuestra vida. Tal creencia se basaría, sobre todo, en la fé ciega que hemos depositado en el poder de las imágenes: pensamos que un video de una fiesta familiar y las fotos de la biografía de Facebook son más que suficientes para dejar testimonio de nuestro paso por este mundo.

Sin embargo, las imágenes pueden dar cuenta, sobre todo, de la vestimenta o del peinado de moda, o de cómo nos ha tratado la vida. Pero nos diran poco y nada de nuestras ideas y sentimientos.
En tal sentido, la palabra aún conserva una supremacía que difícilmente pueda ser socavada, aunque muchos crean que son más piolas por escribir y hablar como se les antoje.

¡Qué no darían los biógrafos por tener una grabación de los majestuosos discursos de Castelli, "el orador de la revolución"!
Por lo visto ni siquiera se dispone de la mayoría de sus cartas o del relato de sus contemporáneos que nos "hable" de su pensamiento y de sus sensibilidades. ¡Y qué bien nos vendría saber mucho más sobre él!

Así también algún día alguien, o muchos, se sientan motivados a querer saber más de nuestra existencia. ¿Les vamos a proporcionar sólo imágenes para que intenten comprendernos?
Si anhelamos sobrevivir en la consideración de las próximas generaciones es necesario que le demos una mayor atención a la tarea de crear herramientas que permitan el nacimiento y desarrollo de una memoria histórica.