Escribi dias atras en mi muro de Facebook, palabras mas, palabras menos, que va creciendo en mi la certeza de que nuestra existencia se asemeja, en mucho, a un vaso que quisieramos ver lleno de un contenido que nos permitiria alcanzar la felicidad plena.
Esa certeza no pasaria tanto por la idea del vaso sino mas bien por la toma de conciencia que ese vaso jamas se llena. Es decir, dudaria de todo aquel que me dijese que ha logrado o conocido la absoluta felicidad; y dudaria aun mas si alguien me dice que ese vaso no solo se ha llenado sino que tambien se ha rebalsado, y digo que desconfiaria de dichas afirmaciones porque ello implicaria dos cosas: o que se permitió, deliberadamente, que el vaso desbordara al no tomarse tragos de ėl, o que no hubo intenciones de que desbordara y que por mas tragos que se tomasen no hubo manera de detener el crecimiento y desborde de su contenido.
