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No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

8 ago 2010

MARIANO MORENO, BURGUESÍA Y BIOLCATI

Decía en entradas anteriores, en relación directa con el discurso que diera Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural Argentina, que la burguesía que llega al poder en Mayo de 1810 es radicalmente diferente a la que gobernará el país a partir de 1860. /Siguiendo el análisis que hace Norberto Galasso en "Mariano Moreno, el sabiecito del sur", hay que decir que aquellos hombres, que participaron en las jornadas que culminarían con la formación de nuestro primer gobierno patrio, pertenecían a una pequeña burguesía jacobina. Es una burguesía revolucionaria inflamada por las nuevas ideas que vienen desde Europa, especialmente desde Francia, dónde la Revolución de 1789 ha comenzado a modificar las sociedades. Dice Galasso: "...aquella pequeña burguesía francesa o aquellos desharrapados de París que habían logrado tumbar "el viejo orden", aquellos que tomaron La Bastilla, abrieron un camino histórico por el cual avanzó impetuosamente la burguesía francesa dispuesta a consolidar esas banderas del liberalismo revolucionario y usufructuarlas bajo sus propias perspectivas.(...) En cambio, ¿qué burguesía nacional existe detrás de Moreno y sus amigos? ¿Qué poder puede llevar a cabo la tarea de unificar estas enormes extensiones, trazar rutas de transporte y atarlas a través de vínculos económicos, unificando nacionalmente a esta parte del imperio español que tiene la misma lengua, el mismo origen histórico, las mismas costumbres y un territorio contiguo que son las condiciones necesaria para conformar una nación?". Ciertamente en aquel entonces no existía esa clase social. Pero la Junta le había encomendado a Moreno la elaboración de un plan global que delineara los objetivos inmediatos y mediatos del proyecto revolucionario. Seguramente que habrá pasado muchas horas de aquellas jornadas "intentando desentrañar alguna forma, algún instrumento que permitiera darle impulso a la revolución, así como lo tuvo la inglesa o la francesa. En más de una oportunidad se habrá preguntado si nuestro destino, como el de España, sería el de la postración, la frustración reiterada, al no lograr descifrar el enigma de la esfinge: ¿cómo, cuándo, de qué modo, promover el crecimiento económico y la consolidación de la democracia y la soberanía popular? Finalmente, el 31 de agosto de 1810, presenta su Plan de Operaciones a consideración de la Primera Junta de Gobierno y obtiene el consenso de sus compañeros. El Plan traza los objetivos generales que persigue la revolución y analiza la manera posible de instrumentación, especialmente en los planos político y económico y en las relaciones internacionales". / A los efectos de esta entrada solo diremos, por ahora, que el Plan de Operaciones contenía una serie de medidas de increíble audacia para 1810. "Si no existe la burguesía -parece haber pensado Moreno- el Estado deberá ocupar su lugar", adelantándose así en más de un siglo a los procesos políticos del Tercer Mundo que propondrían la misma salida. Pero, ¿y la acumulación del capital? ¿Con qué recursos el Estado se convierte en empresario y centro de la actividad económica? "La solución consiste -para Moreno- en apropiarse de "cerca de 500 o 600 millones de pesos" pertenecientes a los mineros del Alto Perú". Dice Galasso al respecto: "En principio, esta propuesta, visiblemente atentatoria de la propieda privada, llama la atención porque no resulta usual en la artillería ideológica del liberalismo de principios de siglo. Sin embargo, una consecuente interpretación de las banderas revolucionarias del 89 francés -como la hicieron Babeauf y sus amigos a través de "la conspiración de los iguales"- conduce a estas posiciones donde lo burgués decae en favor de lo igualitario". /
En definitiva, lo que se aprecia es que la pequeña burguesía jacobina liderada por Moreno tenía todas las intenciones de ejecutar un plan nacional, intervencionista, proteccionista y estatizante. "Él se corresponde estrechamente con las medidas adoptadas por el morenismo gobernante aunque la derrota, en diciembre de 1810, impide completar la faz económica fundamental -expropiaciones de mineros- que el mismo Plan preveía "una vez consolidado el Estado sobre bases fijas y estables". Pero sus pasos más enérgicos -desde la ampliación de la revolución hasta ajusticiamientos, destierros y confiscaciones- ya están puestos en marcha hacia fin de año, consolidando así el apoyo de sus partidarios pero, al mismo tiempo, generando, por su audacia y peligrosidad, no sólo el odio de los sectores acaudalados, sino también el repliegue y disentimiento de los grupos moderados dentro del frente democrático." / ¿Dónde está entonces el Moreno que Biolcati pretendió presentar como uno de los sustentos ideológicos del modelo agroexportador, de la Argentina del Centenario? El secretario de la Primera Junta y el titular de la SRA no se habrían llevado nada bien. Mariano Moreno no era uno de esos políticos que privilegiaban la moderación; caracteristica indispensable en todo buen político, siempre según el ideal de Hugo Biolcati. Moreno me recuerda a otros gobernantes, más actuales, los cuales también suelen ser tildados de autoritarios e intolerantes. //

5 ago 2010

BIOLCATI, LIBERALES Y CRISPADOS.

En mi entrada anterior decia que el titular de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, en su discurso de apertura de la exposición de Palermo, apeló a la historia para presentar el sustento ideológico de la etapa dorada de la Argentina, la que a su entender transcurre entre 1880 y 1930. Sin embargo, sin mayores tapujos, consideró que a los padres ideológicos de tal modelo de país se los podía hallar en los orígenes mismos de nuestra vida independiente. Es así que menciona a Mariano Moreno y Manuel Belgrano como los dos intelectuales que pensaron el modelo agroexportador que concretaría la grandeza de la nación. Como ya lo mencioné, éste supuesto de "los hombres del campo" tiene su punto de partida en "la historiografía mitrista que ha inventado un Mariano Moreno apóstol del liberalismo económico". Sin embargo, es el propio Moreno, según nos cuenta Norberto Galasso, "el que se refiere expresamente a los perjuicios provocados por la libre importación (pues aún vigentes los aranceles, la mercancía extranjera ingresaba a valores bajos frente al producto nacional): "Desde el gobierno del último virrey se han arruinado y destruido todos los canales de la felicidad pública por la consesión de la franquicia del comercio libre con los ingleses, el que ha ocasionado muchos quebrantos y perjuicios" (Ratificando esta posición, años más tarde, los discípulos de Moreno, en la Asamblea del año XIII, reimplantarán los derechos aduaneros derogados por el Primer Triunvirato). Para corroborar hasta qué punto es insostenible la posición mitrista que finca el programa de Mayo en un cariñoso comercio con los ingleses, conviene recordar un artículo de Manuel Belgrano, claramente filiado al morenismo y hasta según algunos, partícipe en la elaboración del Plan (de operaciones), donde formula un proyecto industrializador y proteccionista: "El modo más ventajoso de exportar las producciones superfluas de la tierra, es ponerlas antes en obra, es decir, manufacturarlas. La importación de mercancías que impiden el progreso de sus manufacturas y de su cultivo, lleva tras de sí necesariamente la ruina de la nación. La importación de mercaderías extranjeras de puro lujo en cambio de dinero...es una verdadera pérdida para el Estado". / Entonces lo que podemos apreciar es que es verdad que Moreno redactó la Representación de los Hacendados y fue partidario del librecomercio y que Belgrano fue un fuerte impulsor de la agricultura como una herramienta esencial para el desarrollo de las naciones. Pero lo que Biolcati quizás no tenga muy encuenta es que tanto Moreno como Belgrano fueron parte de esa pequeña burguesía jacobina que ocupó el poder ni bien iniciada la Primera Junta de Gobierno. Una burguesía porteña muy diferente a la que vendría después y que en tiempos de Mitre impulsaría la Guerra al Paraguay con el pretexto de acabar con un tirano cuando en realidad se trataba de llevar el librecomercio apadrinado por los ingleses al interior del continente. Moreno y Belgrano no pensaron un proyecto de país para unas minorías sino uno más amplio, más inclusivo, más democrático. "Moreno, como Castelli, Belgrano, French, Beruti y otros, pertenece a esa pequeña burguesía revolucionaria inflamada por las nuevas ideas. Rousseau es su maestro y nutren asimismo su pensamiento las enseñanzas de Voltaire, Volney y D'Alembert así como la de Jovellanos y Florez Estrada. Pero aquella pequeña burguesía francesa o aquellos desharrapados de París que habían logrado tumbar el "viejo orden", aquellos que tomaron La Bastilla, abrieron un camino histórico por el cual avanzó impetuosamente la burguesía francesa dispuesta a consolidar esas banderas del liberalismo revolucionario y usufructuarlas bajo su propia perspectiva. Los Derechos del Hombre y del Ciudadano y las libertades democráticas se ensamblaron con el crecimiento económico, a través del desarrollo capitalista que conectaba el país para consolidar el mercado interno, unificando moneda, justicia y ejército y reafirmando la propiedad privada en el Código Civil de Napoleón. En cambio, ¿qué burguesía nacional existe detrás de Moreno y sus amigos? ¿Acaso la débil y vacilante burguesía española -incapaz siquiera de cumplir su rol en la península- puede convertirse en la clase social conductora de un proceso de unificación y desarrollo que englobe a España y América?(...)¿Acaso esa burguesía compradora, ese partido "de los tenderos", que es reacia a un profundo cambio, preocupada solamente, en su condición de vieja contrabandista, por los negocios del puerto e integrada además, por comerciantes ingleses radicados en Buenos Aires? ¿Qué clase social está en condiciones de explotar las riquezas, censarlas, invertir recursos en su explotación, incorporar mano de obra y acceder así a nuevas formas de producción en estas provincias americanas?" / Todos estos interrogantes se habrá formulado el joven Secretario de la Primera Junta de gobierno. Y al presentar su Plan de operaciones creyó encontrar algunas respuestas al "¿cómo, cuándo, de qué modo, promover el crecimiento económico y la consolidación de la democracia y la soberanía popular?" Sin embargo, el Plan diseñado por Moreno, especialmente en lo concerniente a la dimensión económica, era extremadamente audaz para su época y tocaba poderosos intereses que pusieron nerviosos a más de uno. / Por todo esto es que resulta más que llamativo que Biolcati eligiera sustentar su modelo de país en el pensamiento de un revolucionario jacobino, justo él que tanto habla de moderación.