Como veníamos diciendo, toda la sociedad se fue radicalizando y se entró en un espiral de violencia casi imparable. A la violencia del hambre y la desocupación los jóvenes y trabajadores respondieron incrementando la protesta social, la que a su vez llevó a un aumento de la represión estatal.
Las sucesivas dictaduras militares que sacaban a los gobiernos democráticos solo potenciaron la violencia que bajaba desde el poder y ella fue respondida con el accionar de la guerrilla.
Los jóvenes de los setenta vieron con simpatía las ideas de izquierda porque parecían una buena opción para llegar al poder y cambiar la realidad. Sí, estamos de acuerdo que el recurrir a las armas fue una pésima estrategia que terminó empeorando todo.
Pero insisto en que eso lo podemos decir ahora, que han pasado tantos años y que estamos fuera de ese espiral. Pero para quien estaba adentro era muy difícil visualizar otra salida. Sobre todo, porque lo que llamamos convicciones y compromiso, en esos tiempos adquiría una relevancia descomunal, siendo claro ejemplo de ello la militancia en Montoneros de importantes intelectuales (Walsh, Oesterheld) que terminaron desaparecidos por la dictadura.
Lo último que diré ahora, antes de aburrirlos, es que alguien dijo una vez que el kirchnerismo es la fuerza política que más a la izquierda puede ser tolerada por la sociedad argentina. No sé si es tan así. Quizás una parte de la sociedad está esperando que tire más de la cuerda. Pero no se puede negar que hay sectores sociales con pánico con lo poco que se ha hecho en esa dirección. No quiero imaginar a que estarían dispuestos si el gobierno nacional decidiera profundizar un poco más sus políticas de distribución y mejora de las clases más desposeídas.
Éste gobierno es de centroizquierda y no deberían asustarse tanto los que lo tildan de zurdo....
...ya que todavía no se ha producido ninguna revolución contra la propiedad privada! (estas ideas en crudo, sin refinar, nacidas espontáneamente al calor del debate, son mis respuestas a las criticas de mis amigos tucumanos, en especial las de Claudio Gordillo, quienes atacan al gobierno nacional por casi todo y nunca encuentran algo para destacar. Estan contra la clase política, siendo el matrimonio Kirchner el centro de sus ataques, muchas veces sumamente agresivos. Atacan a la inmigración, a los "putos" zurdos guerrilleros y al kirchnerismo y a todos aquellos que lo apoyen, no importa si son las abuelas de plaza de mayo, los medios no alineados con Clarín o reconocidos miembros de la cultura y de la intelectualidad)
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