BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.
Mostrando entradas con la etiqueta 2011. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 2011. Mostrar todas las entradas

28 dic 2011

ÚLTIMO POST DEL 2011? La persistencia de la negatividad

Probablemente esta sea la última entrada que escribo en este año que está a punto de terminar. Algunos post atrás intentaba hacer un balance del año y remarcaba que el mismo se caracterizaría por una preponderante negatividad, originada en el fallecimiento de mi viejo, a fines de enero. Ese balance todavía está en proceso y en él será necesario aludir, como contrapeso al lado oscuro y negativo, a la gestión y a las políticas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como principal motor de la mayoría electoral alcanzada en las elecciones primarias de agosto y en las presidenciales de octubre . / Esta última realidad contradice a quienes solo han pretendido adjudicar el contundente triunfo de la Presidenta en el desgraciado suceso de la muerte de Néstor Kirchner, acontecida el 27 de octubre del 2010. / Y si de Negatividad se trata, entendiendo a esta como un conjunto simbólico y concreto de situaciones y sentimientos que nos oprimen y angustian, ¿qué duda cabe que la negatividad de Cristina se inicia desde el mismo momento de la muerte de su compañero de vida y de lucha militante? Su permanente luto en los actos públicos es una demostración contundente de esa negatividad que se instaló en su vida, quizás definitivamente. Pero nuestra presidenta es una mujer con una personalidad y una fuerza interior arrolladora, que ha sabido reconstruir sobre sus propias desgracias y dificultades. / A los pocos días de la muerte de su marido y ex presidente escribí en este blog que se equivocarían feo aquellos que suponían que, en una reedición del episodio de nuestra historia donde Isabel Martinez asume la presidencia luego del fallecimiento de Perón, la presidenta mostraría debilidad y se vería obligada a modificar sus políticas y, en especial, su forma de relacionarse con la oposición y los poderes corporativos: gremios, empresarios, medios. / Para sorpresa de muchos, no sólo se continúo gobernando como se venía haciendo sino que, en lo que fuera posible, se redobló la apuesta y se reforzó la marcha. En el Congreso se pudo contener y hasta dominar las intenciones del grupo A, cuyos integrantes, en un principio, se consideraron capaces de comerse crudo al gobierno. / El duro año que tuvo que vivir la Presidenta, inmersa en la negatividad de su situación personal, de a poco le daría grandes satisfacciones políticas, evidenciando que se estaba produciendo un fenómeno casi subterraneo, al principio poco perceptible, pero que salía a la luz y se hacía palpable en cada una de las elecciones provinciales que se concretaron antes de las primarias y de la presidencial de octubre: el extraordinario apoyo popular a su figura y a las políticas de su gobierno. / La política, como la vida misma, tiene sus sinsabores, sus dificultades y problemáticas. A poco de reasumir la presidencia de la nación por otro período de cuatro años, un discurso critico y confrontativo parece querer surgir desde un ámbito que, paradójicamente, ha sido socio fundamental para el sostenimiento del modelo kirchnerista. La Presidenta se ha mostrado molesta y dolida por esta situación, en especial por los dichos de algunos dirigentes. Por otro lado, la misteriosa muerte de un joven funcionario muy apreciado por Cristina, han sumado, en los últimas semanas, nuevos elementos a una negatividad que se muestra persistente. Tanto es así que ahora nos enteramos que la Presidenta debe ser operada para extraerle un cáncer en la tiroides. En realidad la operación implica la extirpación total de esa glándula. Los especialistas afirman que es el tipo de cáncer de tiroides más fácilmente curable. Sin embargo, y más allá de las tranquilizadoras perspectivas señaladas por los médicos, no deja de ser una situación inesperada que hay que afrontar. Del ánimo con que lo haga Cristina dependerán diversas cuestiones, algunas de ellas reservadas a su propia mentalidad, a su forma de ser y a su capacidad de defensa para enfrentar las adversidades. Es cierto, la negatividad parece querer persistir, pero está en ella, en nuestra presidenta, y en cada uno de nosotros, la fortaleza y la voluntad para enfrentarla y vencerla. //