BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

29 jul 2010

CONTRA LAS CUERDAS

Hace ya unas cuatro o cinco horas que estoy conduciendo por esta ruta polvorienta. No sé muy bien que vamos hacer. Por ahora pudimos escapar gracias al hecho de que el falcon que nos seguía no tenía un motor preparado. Todo gracias a mi hermano y sus clases de mecánica, aunque, claro está, nunca tuvo el total consentimiento de nuestro padre para experimentar en su auto. Sin embargo, quizás por consentir a su hijo menor o quizás por evitar nuevos choques contra su creciente rebeldía, finalmente dejó que metiera mano en el auto de su vida. / Una densa niebla comienza a descender por las laderas de las cerranías. Intento aparentar que mantengo la calma, que pienso racionalmente: mi hermano me necesita más que nunca en este momento; pero resulta tan difícil abstraerse de las balas que pasaron tan cerca del auto en nuestra huída. A pesar de todo, y en un proceso psicológico que no llegó a comprender, trazo un vínculo existencial entre mis padres y el auto, como si fuese posible que mientras a éste no le pase nada ellos permaneceran a salvo. Y a medida que la niebla continúa devorándose todo a su paso, me voy sumergiendo en las oscuras profundidades de la memoria. De pronto escucho nitídamente la bocina del auto. Estoy en casa, junto a mi madre y mi hermano y es el día que papá compró el auto y pasó a buscarnos para dar una vuelta en él. Son tiempos en que mi viejo se desempeñaba como sindicalista, en el segundo gobierno peronista. Con mi hermano quedamos fascinados, ¡era enorme, y cuando arrancaba el motor parecía el rugir de un león! / Mi mamá no estaba tan entusiasmada. Dudó en subir al auto. Parecía desconfiar de todo lo que había en su interior. ¿Desconfiaria también de mi padre? Muchas veces tuve la impresión de que ella no era absolutamente feliz a su lado. Le reprochaba sus amistades, su forma de manejarse en la vida, el escaso tiempo que pasaba con nosotros, los gastos en que incurría. Estoy seguro que también le habrá cuestionado por la compra del auto: "¿que porqué tan grande, tan lujoso y tan negro? ¿A quien se lo compraste, como harás para pagarlo? Creo ver el decaímiento del ánimo de mi padre. En esas situaciones se asemejaba al boxeador que está contra las cuerdas, recibiendo toda la furia del contrincante, toda la descarga de trompadas. Pero estoy convencido que algo le hacía recuperar todas sus fuerzas, como si fuese la espinaca que consumía Popeye: eramos nosotros, el amor que sentía por su familia. Nos miró por el espejo retrovisor y vió lo feliz que estabamos. Giró su cabeza para observarnos mejor y pude adivinar en sus ojos una ternura infinita: "Cuando mamá y papá ya se hayan ido éste auto será de ustedes, ¿lo van a cuidar bien?" No entendí en ese instante que quizo decir mi padre con aquellas palabras: ¿a dónde se irían, nos dejarían solos?, pero aun así le dijimos que sí, que el auto seria nuestro por siempre. / A medida que uno va creciendo y se instruye en los libros y en las calles, advierte que la infancia tiene mucho de magia y que puede interpretar la vida contando con un poco de imaginación. Pero la existencia adolescente y juvenil te muestra su verdadero rostro, muchas veces cruel y frustrante. Entonces uno, por lo general inocentemente, como si aún fuesemos niños, pretende modificar esa realidad. Y así como se aprende a recibir los golpes, para intentar soportarlos, uno también aprende a golpear, a defenderse, a rebelarse. / La universidad potenció en mi hermano y en mi esa rebeldía y comenzamos a involucrarnos en las actividades que desarrollaba la izquierda peronista. Nuestros padres nos hablaron muchas veces, tratando de alejarnos de la militancia política. Especialmente el viejo, ya enfermo y retirado, pero conocedor de la coyuntura nacional, nos advertía que se avecinaban tiempos nefastos para el país. Es más que probable que no tomásemos muy enserio lo que nos decía, porque sabíamos que su pensamiento y su accionar siempre se había refugiado en la derecha del peronismo. Ahora me daba cuenta que la locura y la muerte no respetaban la condición humana y sin mayores esfuerzos podían vulnerar cualquier racionalidad política, fuera de izquierda o derecha. Quizás mi padre siempre procuró la permanencia del auto en la familia como una especie de símbolo, como una manera de mantenernos unidos más allá de cualquier diferencia ideológica o devenir histórico. / Un sacudón en el brazo me regresa a la realidad. Allí, a mi lado está mi hermano: "Creo que por el momento logramos librarnos de ellos", me dice mientras permanentemente mira el camino que va quedando atrás. Éste se torna cada vez más difícil de transitar. La niebla ya casi no permite apreciar el monte que se extiende en ambas orillas. "¿Los volveremos a ver algún día!", me pregunta, evidentemente angustiado. No respondo. Un grupo de tareas, seguramente tras nuestro rastro, se llevaron de casa a los viejos. Continuaran buscándonos quien sabe hasta cuando. Unos compañeros de la universidad han encontrado refugio en el monte. Dicen que desde allí daran pelea. A mi hermano a mi solo nos queda el auto de papá. Estamos contra las cuerdas, como tantas veces lo estuviera el viejo, solo que ahora es el propio Estado el que nos tira los golpes. No sé muy bien que vamos hacer pero no abandonaremos a los viejos. Vinimos hasta aquí en busca de ayuda. La niebla ya todo lo devora. Salimos del camino principal. Nos internamos en el monte. //

18 jul 2010

EL VIAJERO, parte cuatro.

Cuán desastrozo habrá sido mi estado que lo primero que hicieron fue ofrecerme ropa y comida. Cuando ya había recuperado algo de mis fuerzas me animé a preguntarles cómo supieron quien era yo y si sabían algo de mis propósitos. Siempre en voz baja y con unas pocas velas encendidas como toda iluminación, José (tal era su nombre) me respondió serenamente: _El gran maestro nos habló de ti. Nos advirtió que en cualquier momento podía aparecer un extranjero con ropaje exótico y que ese sujeto preguntaría por nuestra revolución, pero que no debíamos temerle, ya que ese hombre venía con una noble misión, pero...debo confesarle que, ante la evolución de los acontecimientos...temo por la suerte de la Revolución y por la vida del doctor Moreno. / Estas últimas palabras José las había pronunciado cargadas de una inocultable tristeza y desesperanza. Quize preguntarle algo más pero me indicó un viejo catre donde podría dormir por unas horas y culminó su breve exposición con una mezcla de lamento y de plegaria: _Los traidores a los ideales de Mayo se han adueñado del Poder, ¡y van por más! ¡Piden la cabeza del líder de los jacobinos! Ojalá que su presencia aquí pueda contribuir a la causa revolucionaria. Ahora debe descanzar. Necesitará de todas sus fuerzas. / Por unos instantes procuré procesar toda la información que estaba recibiendo, pero no pude elaborar ninguna conclusión: quedé rendido por el agotamiento. Mañana sería otro día en la convulsionada Buenos Aires de fines de 1810. / (continúa)

13 jul 2010

LA SONRISA DE GARDEL

Unas repugnantes moscas revoloteaban sobre la torta de cumpleaños de la hermana de Juancito. Su madre y sus tías parecían no darse por enteradas de situación tan incómoda. Estaban en otra, fascinadas con la presencia de un joven y "fachero" cantante de tangos.

Resultaba muy llamativo que en la fiesta por los 15 años de una chica que se la pasaba todo el día escuchando cumbia y reguetón se presentase un show tanguero. Quizás fue una imposición del padre, o quizás un capricho transgresor de la jovencita, vaya uno a saber; lo cierto es que el tipo tenía la pinta de Gardel, cantaba como Gardel y, como si fuese poco,¡ tenía la sonrisa de Gardel!

Los expectadores quedaron instantaneamente hipnotizados y el patio de la casa se transformó velozmente en una pista de baile donde las parejas danzaban mágicamente con la voz y la melodía que emanaban de aquel morocho del Abasto.
Era un patio amplio el que tenían los Miranda y con la llegada de más vecinos e invitados la fiesta pareció alcanzar su punto más alto. No obstante algo cambió cuando, sin querer, Juancito y yo, en una de nuestras tantas correrías por el lugar, nos tropezamos con el estuche de la guitarra del cantante de tangos. El estuche se abrió y sin poder detener nuestra caída terminanos aplastando unos pequeños ídolos que estaban en su interior. Si me apuran un poco diría que esas figuras eran la representación en miniatura de la familia Miranda, Juancito incluido.

Lo que siguió después fue como si el mismo diablo se hubiese presentado en el lugar. Una imagen sobrevino a otra y todos observaron aterrados como la sonrisa de Gardel dió paso a un gutural alarido de bronca: "¡Malditos mocosos!" nos gritó mientras teníamos la impresión que nos iba a derretir con la mirada. De su boca moscas y más moscas comenzarón a salir y cubrieron a toda persona y objeto del lugar. De la nada un fuertísimo viento presagiaba tormenta. Gracias a Dios una de las ráfagas de ese viento huracanado se llevó consigo al impostor de Carlitos. Sí, así de fugaz apareció y así se fue. Nunca se supo quien lo había contratado, pero los Miranda conservan bajo siete llaves su guitarra, como un testimonio de que el mal siempre busca las maneras más insólitas de hacerse presente entre nosotros.

5 jul 2010

CRISTINA Y LOS FUSILAMIENTOS DE BELGRANO.

El domingo 27 de junio, en un artículo de Susana Viau para el diario Clarín, se hace referencia a unas afirmaciones realizadas por la Presidenta de la Nación, en Rosario y en ocasión del acto del dia de la bandera. Se dice allí que en el discurso oficial (en realidad lo califica de "mensaje propagandístico") predominaron dos elementos: " el elogio del conflicto y un populismo cargado de contradicciones". Según Viau "la presidente se empeño en mostrar un Manuel Belgrano no "dulcificado" por la tontera historiográfica y habló del Exodo Jujeño, de los humildes que lo acompañaron quemando sus miserables pertenencias para que no cayeran en manos enemigas y de los ricos que se negaron y "a los que Belgrano fusiló por traidores a la Patria". El tono dejó de ser didáctico y se asemejó a una advertencia. Al punto que, de inmediato, la presidente se curó en salud y dijo: "No es levantar el conflicto por el conflicto mismo...Pero muchas veces, cuando hay que tocar intereses poderosos(...)para poder ejercer la solidaridad con los pobres hay que tomar decisiones que molestan a los que más tienen". / Continúa entonces Viau diciendo que "el fusilamiento es algo más que una "molestia" y esa alabanza de la tensión nada tenía que ver con el personaje homenajeado" y resalta "para los Kirchner la excepcionalidad es regla y el estado de guerra la normalidad. Belgrano, por el contrario, empleo la violencia muy a su pesar y en situación límite. Lo hizo no solo contra los ricos sino también contra los pobres que se resistieron a sacrificar sus pocas cabras, porque -y allí radica el populismo de la presidente- la pobreza puede ser un atenuante pero no es un estado de beatitud. El jefe del Ejército del Norte era implacable en el combate pero no era un perseguidor; tuvo el don de la generosidad con los derrotados de Tucumán y eligió siempre el diálogo, aunque lo intuyera infructuoso. La presidente pudo haber contado, porque ciertos ejemplos hacen de la política una profesión honorable, que el abogado que asumió contra su naturaleza un destino militar era hijo de uno de los hombres de mayor fortuna de Buenos Aires, llegó al poder riquísimo y se alejo de él en la miseria. No es un cuentito que a falta de dinero pagó con su reloj al médico que lo atendía". / Hasta aquí lo escrito por Susana Viau para el diario Clarín. / ¿Qué piensan ustedes de todo esto? La primera reflexión que se me ocurre es que aquí tenemos una clara evidencia de la inevitable relación entre Historia y Política de la que vengo hablando en anteriores entradas. También podemos apreciar como la Historia es empleada según las ideologías e intereses de cada uno. La autora pretende posicionar a Belgrano como un representante del sector moderado, dialoguista. De los que buscan el consenso diriamos hoy. Y con ello resaltar la conflictividad natural de nuestra presidenta. Es uno de los caballitos de batalla de la oposición. Pero, sinceramente, ya comienzan a aburrir con ese argumento. / Los contextos de los tiempos de Belgrano y los actuales pueden presentar particularidades abismales. Pero las cuestiones humanas de fondo son basicamente las mismas, la lucha por el Poder, el conflicto entre intereses, la utilización de diversos medios, ya sea la guerra o la política, para concretar los objetivos, etc. Leyendo el artículo de Susana Viau me preguntaba si no será ella quién en realidad quiso darle un sentido didáctico a sus palabras. Porqué a decir verdad la Presidenta no tenía porque referirse a todo lo que la autora menciona. La historia de Manuel Belgrano es fascinante y abarca muchísimos relatos que podrían ser contados. ¿Cual sería el problema si Cristina Fernández de Kirchner buscó en verdad darle a sus palabras un tono amenazante? ¿Acaso la Patria no tiene sus enemigos? El final de la existencia de Manuel Belgrano lo sabemos (o deberíamos saberlo) todos. No se conoce tanto sobre los fusilamientos que ordenó. Me queda la duda de los que supuestamente ordenó contra los pobres que se negaron a seguirlo. Viau habla de la generosidad con los derrotados de Tucumán. Sin embargo, cuenta Pacho O'Donnell en Historia Confidencial, "en la acción de Tambo Nuevo, cuando varios soldados patriotas, al mando del entonces sargento Lamadrid, apresan a una compañía española y descubren entre los prisioneros a algunos que, despues de la batalla de Tucumán, habían jurado no volver a tomar las armas en contra de la revolución. Entonces los fusila, y manda que se les corten las cabezas y, clavadas en picas, fuesen llevadas lo más cerca posible del campamento enemigo para que su visión sirviese de escarmiento." Si Belgrano recurrió a medidas tan drásticas se explican en las características del contexto histórico en que vivió. Por suerte algo hemos avanzado como sociedad y el fusilamiento ya no es un recurso legítimo. Pero la Política debe suministrar herramientas que les permita a los gobernantes enfrentar a los poderes que buscan disminuir o directamente anular su capacidad de acción.

14 jun 2010

DE HISTORIA E HISTORIADORES, parte dos

MOYOCOYATZIN: Eternauta, como bien dices, hay mucha gente que considera aburrida la historia y se tiene la idea generaral de que aprender la historia no sirve para nada práctico. No culpo del todo a quienes así piensan: hay libros de historia de lo más aburrido ya que intentan llenar la cabeza de los lectores con una mezcla de hechos reales y adoctrinamiento. No creo que los mismos autores de tan precarios libros sean pendientes de su error. Tal vez nunca se detuvieron para hacer un análisis serio de lo que les enseñaron a ellos. Afortunadamente ha habido historiadores profundamente más concientes de su trabajo y comprometidos con la veracidad de lo que escriben. Dichos autores no te dicen lo que pasó sino que más bien te presentan los hecheos escuetos y te hacen algunas preguntas oportunas para dejar que seas tu mismo quien piense e investigue. Autores como estos te presentan controversias, tendencias de otros historiadores, errores comunes e incluso te muestran con evidencias las faltas cometidas por omisión de hechos importante o tergiversaciones de los hechos, exageraciones, expresiones tendenciosas, etc. Entonces los lectores como tu o como yo nos deleitamos con esas lecturas donde participamos indagando y criticando las distintas versiones de la historia. Entonces crece nuestra comprensión de los intereses detrás de los hechos, de las causas, etc. Y surgen en nosotros nuevas ideas, se desarrolla la crítica y se engrandecen los conceptos. Ojalá hubieran muchos maestros de historia que en lugar de aburrir a sus alumnos los sacaran de ese sitio lleno de telarañas, adonde se estancan los que no han saboreado la historia y siguen pensando que la historia es aburrida y obsoleta. / ETERNAUTA: Trataré de darme a entender con respecto a lo que venía diciendo. Las ciencias sociales, donde la Historia se incluye, puede pretender recurrir a los métodos que emplean otras disciplinas científicas como la física, la química o la astronomía. Pero en todas estas el Hombre es el sujeto que observa y analiza al objeto de estudio. En la Historia aparece la cuestión, nada despreciable, que el objeto de estudio es, fundamentalmente, es el propio sujeto que estudia, es decir, el hombre. Se podrá decir que la verdad histórica es en definitiva los hechos tal cual ocurrieron y que el historiador debe hallar las evidencias que confirmen que los acontecimientos ocurrieron de tal manera. Pero, a mi manera de entender, esta anhelada neutralidad/objetividad no es posible y lo que enriquecería en verdad a la Historia sería, contrariamente, la subjetividad del historiador. Como tú bien has dicho, uno aprende Historia por la confrontación de autores, de historiadores. Y esto es así porqué más allá de saber que las cosas pasaron de tal manera, el buen historiador, aquel que no se limita a la mera descripción de fechas y eventos, recurre a su subjetividad para dar una interpretación de porqué los sucesos se dieron de una forma y no de otra. La Revolución de mayo o la declaración de la Independencia ocurrieron en un día y en circunstancias que casi todos sabemos, pero lo que no sabemos es que íntereses y que ideologías estaban detrás del accionar de esos hombres. / El historiador también tiene su interés y su ideología. Ello es inevitable y ambos factores inciden enormemente en la subjetividad del estudioso de la historia. Es así como se explica que de un mismo hecho histórico puedan existir tantas interpretaciones diferentes y tan contradictorias. Esto, que para muchos puede llegar a ser irritante y quizás una de la razones que alejan a la gente de la Historia, es para mí fascinante: entender que el hombre actual está haciendo un enorme esfuerzo intelectual por interpretar al hombre del pasado a través de su propia subjetividad y que el interés y la ideología, tanto del hombre del pasado como del actual, adquiere una relevancia crucial para el interesado en la Historia. No sólo análizamos, en virtud de ellas, la subjetividad del objeto de estudio, del hombre del pasado, sino también la del sujeto que estudia, es decir, la del mismo historiador. //

9 jun 2010

DE HISTORIA E HISTORIADORES, parte uno

Me tomé el atrevimiento de rescatar del foro Historia y Política de http://www.critica.webege.com una charla con mi amigo Moyocoyatzin sobre Historia e historiadores. Me pareció muy interesante trasladar a este blog las ideas que allí se desarrollan. Espero que esta conversación entre amigos resulte de su agrado e interés: MOYOCOYATZIN: Sí Eternauta. Creo que estoy de acuerdo con lo que dice este historiador. Pero mi opinión no es más que la verdad histórica. Que yo mismo me crea lo que dice este autor o aquel otro no determina la verdad histórica. / Para conocer la verdad histórica es imprescindible ser completamente neutral. Como un periodista, debemos indagar los hechos y buscar las fuentes más fidedignas, los actores y testigos de la escena. Y claro, es necesario hacer un balance, un análisis del medio ambiente en el que se desarrollan los hechos, pero el énfasis de la investigación se centra en la evidencia histórica. Recuerda que al llegar al lugar de los hechos has encontrado un cadáver. Y todos los presentes son "inocentes". Por la tanto al "escuchar"su relato debemos agudizar el oído y desconfiar de sus elogios y de sus culpas. La historia rara vez es un blanco y negro; siempre hay matices y colores difusos que hay que resaltar tan sólo lo necesario como para no opacar con su brillo otros aspectos de la realidad, otros tintes. / A veces encontramos a muy elocuentes historiadores, que con un hábil manejo del lenguaje, campeones de la oratoria, son capaces de mover la opinión pública en una dirección predeterminada...cuidado...no siempre gana el que tiene la razón. Eso sólo pasa en las películas de Hollywood. El historiador, como el periodista, debe ser una persona muy aguda...audaz!, capaz de olfatear, intuir, merodear, recelar, antes de dar su propia opinión. Debe desconfiar de sí mismo antes que de nadie para ser lo más neutral posible a la hora de rastrear las evidencias del pasado. Es una tarea hermosa la del historiador. Creo que me hubiera gustado dialogar con algunos historiadores a quienes admiro. ETERNAUTA...: amigo Moyocoyatzin, has tocado algunos nervios sensibles del trabajo de historiador. Es verdad, hay muchos que escriben en gran forma, casi hipnótica y te hacen creer rápidamente que su versión de los hechos es la verdadera. Por otra parte, hay otros que se esfuerzan por escribir de manera brillante, académica, pero la historia contiene muchos procesos complejos que hacen necesario que su lectura sea lo más accesible posible para, justamente, facilitar los procesos de comprensión e interpretación. Tampoco es conveniente irse al otro extremo, puesto que un estilo de escritura pobre y análisis superficiales de los procesos históricos, lo único que logra es alejar la Historia de los interesados en aprenderla. / Has empleado unos términos, neutral-neutralidad, que bien podríamos sustituirlos por objetivo-objetividad y no estaríamos atentando contra la esencia del argumento, de la idea que buscas exponer. / Sin dudas que el trabajo del historiador, del buen historiador, ha de ser fascinante, ya que requiere de sacrificio, intuición, inteligencia, rigurosidad metódica y, claro está, de pasión, para llevar a buen puerto sus investigaciones. La neutralidad aparece como un noble ideal que debe lograrse. Pero aquí yo también suelo pensar que la neutralidad/objetividad es prácticamente imposible de lograr y que ello no necesariamente debe representar un obstáculo para aquellos que pretenden aprender Historia.

4 jun 2010

LA HISTORIA EN LA ESCUELA

No caben dudas que los simbolismos y curiosidades que caracterizan a muchos de nuestros procesos y acontecimientos históricos ejercen una poderosa atracción. De alli, supongo, el empeño de numerosos docentes, en clases y actos escolares, por darnos a conocer esos hechos y circunstancias como si fuese realmente imprescindible saber de ellos. Dice el historiador Gustavo Gabriel Levene al respecto y específicamente sobre el 25 de Mayo de 1810: "En verdad, existe en la Argentina la mala costumbre de hablar demasiado de la lluvia que cayó ese día, dándole así una importancia desproporcionada a ese fenómeno atmósferico. También suele darse detalles, discutibles por cierto, sobre las cintas de colores blanco y azul, usadas por los partidarios de las nuevas ideas." (Argentina se hizo así; Distal;2002). / A mi humilde entender, son situaciones y datos anécdoticos, llamativos, pero en definitiva, sin un peso real a la hora de vislumbrar respuestas serias y profundas de los complejos procesos históricos. Entonces uno se pregunta porqué la mayoría de las veces los docentes privilegian la descripción pintoresca de esas curiosidades y de los simbolismos de la historia y no buscan profundizar los análisis. ¿Será que prefieren la opción más rápida y sencilla? ¿Será que no quieren complicar su existencia ni la de sus alumnos? ¿Consideran quizás que los chicos no estan en condiciones de afrontar análisis más amplios y profundos de la historia? ¿O será, simple y nefastamente, que los lineamientos curriculares que "bajan" desde los cargos burocrático-políticos atan las manos -y la imaginación- de los docentes? Es probable que la respuesta contenga varias de estas cuestiones que he señalado pero hallarla no es una tarea para nada sencilla. / La interpretación de las acciones, procesos e ideologías que configuran nuestra historia puede llegar a ser verdaderamente fascinante. / En estrecha relación con lo hasta aquí expuesto, resultan muy interesantes la reflexiones de Felipe Pigna: "Más allá de la evolución ideológica y metodológica de nuestros historiadores y docentes, a lo largo de los años el sistema ha logrado que la gente remita la historia argentina a la escuela primaria, es decir, la Revolución de Mayo aparece como un acontecimiento vinculado a la escuela primaria. Nuestro elemento fundacional como país, históricamente hablando, es un tema de acto escolar. Los sucesos de Mayo son difíciles de pensar -para la mayoría de los argentinos- despojados de betún, corcho quemado y pastelitos". Qué quede claro que no estoy en contra de los actos escolares y sus simbolismos. Lo perverso del asunto es que la escuela no profundice el estudio de la historia y que solo se quede en lo superficial, en lo anécdotico. Pigna la señala claramente: "Es alarmante la efectividad de este mecanismo que despolitiza y reduce, en el imaginario social, prácticamente a la nada a nuestra historia."/ Estamos recordando y celebrando el Bicentenario de nuestro país. Pero resulta llamativo lo que señala Pigna: "Es notable cómo uno de los temas más tratados en las clases de ciencias sociales o de historia -por las que más del 90 por ciento de la población del país ha pasado alguna vez- la Revolución de Mayo, no llega a ser comprendida por la mayoría de la gente en toda su dimensión social, económica y, sobre todo, política." / La figura del prócer, con esa semblanza ajena a la realidad, con atributos casi sobrenaturales es aprovechada por el discurso del poder que privílegia la perfección, la pulcritud y la lucidez, virtudes muy alejadas de los simples mortales. "Es decir que el argumento del ejemplo a imitar, usado como excusa para la exaltación sin límites, en los hechos no existe. Se trata en realidad de la sumisión al personaje. Los ejemplos a imitar deberían provenir de actitudes humanas,de personas falibles, con las mismas debilidades, defectos y virtudes que el resto de sus conciudadanos".

1 jun 2010

BICENTENARIO, ENCUESTAS Y MUNDIAL.

Hace apenas unos días se celebró el Bicentenario de los sucesos de Mayo de 1810. La cantidad de gente que se vió por tv fue realmente impactante y para muchos, incluidos periodistas y políticos, fue algo que los tomó por sorpresa. Todos coinciden en destacar que se trató del auténtico pueblo el que, en paz y sin banderías políticas, salió a la calles para participar de los festejos y recuperar para sí el espacio público. Resulta muy atractiva y esperanzadora esa idea. Pero quizá todavía sea muy temprano para afirmarlo con plena seguridad. / Claro está que el gobierno y los sectores sociales afines a él, y por más que insistan en que no se pretende obtener beneficios políticos, buscaran resaltar que la masiva concurrencia de la gente a las calles tiene mucho que ver con cierto cambio en el humor social debido a la buena sintonía entre las políticas oficiales y la ciudadanía. / Por supuesto que los políticos y periodistas opositores van a sostener todo lo contrario y ya estan diciendo que la gente, pasada la euforia por los actos y desfiles, comienza a manifestar su acostumbrada apatía política. ¿Será todo esto tan así como lo sostienen ambos bandos? Soy de los que creen que nadie tiene la verdad absoluta y que cada uno tiene un porcentaje de razón. ¿No podrá ser que toda la simbología y los actos por el cumpleaños de la Patria fueron despertando una profundamente dormida conciencia histórica y política en la ciudadanía? Un despertar que llevaría a la toma de conciencia de que nuestra pertenencia a un suelo y un pueblo con historia y que nuestra participación en la vida política del país resulta crucial si pretendemos alcanzar una democracia plural, más equitativa e igualitaria. / Es indudable que la proximidad del mundial de fútbol ha comenzado a precipitar definiciones políticas que todavía no son tan urgentes. Y esto se da así por una serie de encuestas que vienen sosteniendo un mantenimiento y paulatino crecimiento de Nestor Kirchner en la consideración de la ciudadanía, cuando hasta hace unos meses atrás lo mostraban como un cadaver político. Hay que decir que el crecimiento del candidato oficial en las encuestas no es solo producto del alto nivel de satisfacción social por las celebraciones del Bicentenario sino que ya se venía advirtiendo hace varias semanas atrás, lo que explica, en parte, la ofensiva de los grandes medios sobre los llamados blogueros K. / Decíamos entonces que en estos días se iran acelerando las reuniones y estrategias políticas, procurando ir definiendo candidaturas para las próximas, aunque aún lejanas, elecciones del 2011, en el convencimiento de que el mundial de fútbol será un parate en la vida social y política del país. //

29 may 2010

HISTORIA Y POLÍTICA EN EL BICENTENARIO.

Hace pocos días fueron los actos y festejos centrales por el bicentenario argentino. Se ha podido observar una masiva y pacífica participación popular en las calles. Podría pensarse esa participación como parte de un proceso político mucho más amplio y complejo? No resulta fácil saberlo. Quizá en parte el Bicentenario ha despertado en la ciudadanía una cierta conciencia de pertenecer a una nación con Historia y que su propia historia se entrelaza inexorablemente a los sucesos acontecidos en el país. Ese despertar de una conciencia, de una identidad histórica puede resultar un poderoso impulso para que asumamos que somos parte de la Historia de este país y que nosotros también construimos historia. De ser así estaríamos a un paso de involucrarnos en la realidad que nos toca vivir. Está en uno dar ese paso o no. Para hacerlo no sólo falta saber que podemos darlo, sino tener también el coraje de asumir una posición y explicitarla sin ambiguedades. En este blog me declaro partidario del gobierno nacional y mis ideales coinciden con los de todos aquellos que aspiran a que el Kirchnerismo continue en el poder por muchos años más. Pero hay que analizar los hechos sociales con prudencia. En estos días hemos visto euforia y algunos especulan que el gobierno puede estar obteniendo beneficios por los festejos del Bicentenario. No deberíamos dejarnos llevar por el entusiasmo que generan algunas encuestas virtuales. Por lo menos desde que se supo que se puede manipular esas encuestas desde una oficina equipada con la tecnología adecuada. Es indudable que el apoyo en la web a la política oficial ha crecido significativamente. Basta verlo en las redes sociales o en la actividad de los llamados blogs K. Este mismo blog está en esa línea y dejo asentado que nadie me paga por escribir a favor del gobierno nacional. Pero porque digo que hay que manejarse con prudencia? Así como el ánimo de la gente parece haber mejorado con el Bicentenario, podría suceder que ese entusiasmo comience a diluirse con el paso del tiempo. Decíamos que los festejos por el Bicentanario de la patria parecen haber despertado una conciencia histórica y política en la ciudadanía. Pero aquí también debemos manejarnos con cautela: probablemente sólo se haya tratado del deseo y la incapacidad para apreciar la realidad de quien escribe este blog.

9 may 2010

HISTORIA Y POLITICA, una relación inevitable

Desde este humilde espacio en la red trataré de vincular Historia y Política. Para muchos son disciplinas de estudio independientes una de la otra. Y para otros tantos ambas son aburridas. Nada más alejado de la realidad. HISTORIA Y POLÍTICA pueden llegar a ser fascinantes y ambas están entrelazadas de manera inevitable. La Historia intenta contarnos las acciones de los hombres del pasado y los hombres del presente recurren a ella para tomar ejemplos, revisar errores y tener en su poder una mayor y mejor comprensión de los tiempos pasados pero también de los actuales. Las acciones de la actual política repercutirá en la vida humana por venir y será la historia la que buscará entonces la interpretación de las políticas actuales. / En poco más de dos semanas estaremos conmemorando doscientos años de historia argentina. Será el Bicentenario de la Patria y se hace ineludible dejar mi impresión sobre aquellos tiempos en que comenzábamos a transitar un sendero independiente. Es verdad, la independencia fue declarada el 9 de julio de 1816 en la provincia de Tucumán. Pero los hechos de Mayo de 1810 adquieren una dimensión casi fundadora, épica //