BIENVENIDOS

No soy politólogo, ni sociólogo, ni historiador, ni crítico literario, ni músico. Aunque les confieso que me gustaría ser algo de todo lo que mencione. Si puedo decir que soy escritor y quizás a través de mis palabras pueda de algún modo aproximarme a lo que no soy.

12 mar 2013

DISPUTÁNDOLE LAS PALABRAS AL PODER

Cuatro de la mañana, tomando el obligado café para no sucumbir ante el cansancio.
Agotamiento físico y mental que no contribuye a esclarecer sobre qué escribir. Pero algo debo decir, algo debo proponer reflexionar o debatir, posicionándome desde un marco teórico y/o en mis convicciones.

Y mis dedos permanecen suspendidos sobre el móvil desde el cuál me comunico con las comunidades virtuales, a la espera de algún mágico hechizo que logre que las teclas alfanúmericas comienzen a plasmar mi pensamiento en la pantallita del celular.

Y entonces tomo conciencia de ese miedo que sienten algunos escritores al proponerse escribir: el de la hoja en blanco que parece hablarles con una mezcla de burla y soberbia. Pero al poco tiempo, esos escritores, dejan sus dudas y temores de lado y comienzan a escribir.

Algo parecido me pasa a mí, aun sin considerarme al nivel de ellos, pero sabiendo que la mayoría de nosotros, los que escribimos, recibimos desde algún lugar, quizás desde lo más profundo del universo, un misterioso impulso a apropiarnos de las palabras para crear mensajes, discursos y actuaciones que le den sentidos a la existencia humana; sentidos que no suelen ser del agrado del Poder, en especial del mediático o comunicacional, ya que su primordial objetivo es la creación de un discurso que penetre nuestras conciencias, y así "lavarnos el cerebro", eliminando toda idea crítica, todo proceso reflexivo de la realidad, y de la historia, claro, procurando la naturalización de la miseria, la exclusión, explotación y aniquilamiento de amplios sectores de la humanidad.

La resistencia del escritor reside en no dejarse atrapar por el discurso envolvente y succionador del Poder, descifrando sus verdaderos sentidos y, sobre todo, disputándole el control de las palabras, materia prima con la que el Poder nos manipula y domina.

Ven ustedes como esas dudas y miedos, planteadas al inicio, dieron paso al avance arrollador de las palabras?
No me digan que no hay algo de mágico en todo ello!

8 mar 2013

AMOR, MUERTE, PUEBLO.

EL reciente fallecimiento del presidente de Venezuela, Hugo Chavez, me lleva a plasmar en este medio algunas reflexiones sobre diversas cuestiones, siempre vinculados al Poder y la Muerte.

En mi post anterior escribía sobre el Amor y el Odio, es decir, la bondad y la maldad, y su influencia en los procesos y hechos de nuestra Historia Politica.
Me ha quedado como marcado a fuego una anécdota que contó alguna vez el padre Carlos Mugica. Según narraba, él y sus compañeros del Seminario celebraron con entusiasmo el derrocamiento del "Tirano" Juan Domingo Perón, por la "Revolución (?) Libertadora (?!)", en el 55. "Fuí un Furioso Gorila" reconoció varias veces el sacerdote.
Sin embargo, para sorpresa de esos hombres que se preparaban para servir a la iglesia de Dios, la mayor instancia de Amor divino sobre la Tierra, pudieron advertir, ni bien producido el golpe de Estado que alejó a Perón del Poder, que los más humildes y marginados lloraban y penaban desconsoladamente la suerte corrida por su líder, y la de ellos mismos.
Aquello fue un click, un llamado de alerta, para que Mugica comprendiera que allí, en el llanto de los sectores humildes y trabajador, residía una formidable forma de Amor, la del pueblo a sus líderes democráticos y revolucionarios.
Años más tardes, Carlos Mugica sería uno de los hombres que vendría en el vuelo que traía a Perón de regreso al país.

En Venezuela, como en todo lugar y tiempo donde exista un líder popular muerto o exiliado, deben estar las masas de hombres y mujeres sufriendo esta gran pérdida que ha acontecido, sin poder comprender porqué les ha tocado semejante destino.
Y estarán también los que celebran, los que alzan copas paran brindar por los nuevos tiempos que suponen vendran, los que miran con profundo desprecio, por tv o sus altas ventanas, a esa muchedumbre que se amontona para despedir a otro líder populista que se va.

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4 mar 2013

EL BIEN Y EL MAL EN LA HISTORIA ARGENTINA

Es cierto que suelo decir que nada es absoluto, que no hay extremos irreconciliables, que no todo es blanco o negro sino que hay matices, variedad de posibilidades.
En todo ello quiero creer pero hay veces que uno debe considerar si es verdad todo eso en lo que cree.
No quiero entrar demasiado en consideraciones religiosas porque, fundamentalmente, no estoy preparado para ello.
Pero debo decir que, a nuestro pesar, la existencia del Bien y el Mal es una posibilidad concreta de accionar y, por consiguiente, de categoria de análisis

Nos suelen decir que en la Historia no hay lugar para la bondad o la maldad, que todo el accionar humano se fundamenta en los Intereses y las Ideologias.
¿Pero es descabellado pensar que junto a esas motivaciones, basicamente racionales, también entren a jugar la bondad y la maldad de los actores?

Podríamos nombrar cientos, miles de sucesos históricos y en la gran mayoria de ellos apreciaríamos la existencia - y la ausencia- del Bien y el Mal como fuerzas motrices de la Historia, incluso superiores a las ideologías e intereses.
Sin embargo, esa apreciación e identificación de motivaciones esencialmente emocionales, como lo son la bondad y la maldad, no es tarea sencilla de alcanzar, principalmente porque siempre privilegiamos un anàlisis racional de los hechos, sin duda influenciados por las filosofías occidentales que han elevado a la Razón al status de nuevo Dios

                        * * *

Existen varias maneras de evidenciar la existencia de la bondad y/o la maldad pero quizàs sean el Amor y el Odio, respectivamente, sus demostraciones màs puras
Amor y Odio que atraviesan toda nuestra historia política nacional, siendo causas determinantes y decisivas en no pocos hechos y procesos claves de ésta.
En tal sentido, el Amor -o el odio- a la Patria sería, màs allà de cualquier simbolismo romàntico que muchos han vaciado de significado de tanto declamarlo, impunemente, una interesante perspectiva de anàlisis histórico.

Ensayando una caracterización o definición, sin duda demasiado genérica y precaria, de lo que representa el Amor a la Patria diremos que no sólo comprende un sentimiento o pertenencia a un territorio sino también, sobre todo, a una población, es decir, al pueblo.

Es sencillo deducir entonces que, como contrapartida, a lo largo de la Historia hubo quienes evidenciaron un profundo Odio a la Patria.
Son todos aquellos que siempre han privilegiado lo extranjero sobre lo autóctono, los que no tuvieron problema alguno en solicitar  protectorados de potencias imperiales u ofrecer extensos territorios del país a otras naciones; los que han pretendido avasallar nuestra soberanía, aliàndose a los invasores; los que han procurado el exterminio de indios y gauchos porque así lo dictaban los principios de una "civilización" en guerra contra la "barbarie" campestre; los que han buscado la postergación de las masas trabajadoras y los que siempre han temido y despreciado todo lo que oliera a popular.

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1 mar 2013

EL BIEN Y EL MAL EN LA HISTORIA POLÍTICA ARGENTINA

Es cierto que suelo decir que nada es absoluto,que no hay extremos irreconciliables, que no todo es blanco o negro sino que hay matices, variedad de posibilidades. En todo ello quiero creer pero hay veces que uno debe replantearse si es verdad todo eso en lo que cree. No quiero entrar demasiado en consideraciones religiosas sencillamente por no estar capacitado para ello. Pero debo decir que, para pesar de muchos, la existencia del Bien y el Mal es una posibilidad concreta de accionar y, por consiguiente, de categoría de análisis. Nos dicen con frecuencia que en la Historia no hay lugar para la bondad o la maldad, que todo el accionar humano se fundamenta en Intereses y/o Ideologías. ¿Pero es descabellado pensar que junto a esas motivaciones, básicamente racionales, también entren a jugar la bondad y la maldad de los actores? Podríamos nombrar cientos, miles de sucesos históricos y en la gran mayoría de ellos apreciaríamos la existencia - y la ausencia- del Bien y el Mal como fuerzas motrices de la Historia, incluso superiores a las Ideologías e Intereses. Sin embargo, esa apreciación e identificación de motivaciones, como lo son las que se originan en la bondad y la maldad, esencialmente emocionales, no es tarea fácil de alcanzar, en parte por que la dimensión espiritual tiene desconocidas y misteriosas formas de actuar y en parte también porque siempre privilegiamos un análisis racional de los hechos, sin duda influenciados por las filosofías occidentales que han elevado a la Razón a el status de nuevo Dios. Existen varias maneras de evidenciar la existencia de la Bondad y/o la Maldad pero quizás sean el Amor y el Odio, respectivamente, sus demostraciones más puras. Amor y Odio que atraviesan toda la Historia Política Nacional, siendo causas determinantes y decisivas en no pocos hechos y procesos claves de ésta. En tal sentido, el Amor -o el Odio- a la Patria sería, más allá de cualquier simbolismo romántico que muchos han vaciado de significado de tanto declamarlo impunemente, una interesante perspectiva de análisis histórico. Ensayando una caracterización o definición, sin duda demasiado genérica y precaria, de lo que representa el Amor a la Patria, diremos que no sólo comprende un sentimiento o sentido de pertenencia a un territorio determinado sino que también, sobre todo, a una población, es decir, a un pueblo.

24 feb 2013

JUAN JOSÉ CASTELLI, "el orador destinado para alucinar a los concurrentes".

Mientras avanza mi lectura del libro "Juan José Castelli, de súbdito de la corona a líder revolucionario" (Wasserman, Fabio; Edhasa, Bs As, 2011), reflexiono sobre un doble proceso cognitivo que parece estar dàndose, afortunadamente, en mi.
Por un lado la asimilación o incorporación de información, tanto de la que ya conocía por otras lecturas como la de otra que desconocía por completo.
Y, por otro lado, la transformación de toda esa información, mediante complejos procesos intelectuales, en nuevas interpretaciones y conclusiones sobre la vida y el pensamiento de un personaje tan singular de nuestra historia.

No es mi intención aburrirlos con tediosas transcripciones o la enumeración de fragmentos memorísticos, incorporados por la fuerza.
Quien lee Historia, ademàs de la búsqueda de conocimiento en sí, lo hace porque halla un extraordinario placer en los procesos internos que derivan en el descubrimiento y la comprensión del pasado, aunque esto último no llegue siempre a concretarse, intensificando así el desafío de encarar nuevas lecturas para acceder a la verdad histórica, lo que, en definitiva, nos proporcionarà mayor libertad y capacidad comprensiva.

¿Qué sabemos entonces sobre la vida de Juan José Castelli? ¿Quién fue, a qué se dedicaba, qué ideas tenía, cómo es que se convirtió en figura destacada del proceso revolucionario iniciado en 1810, porqué parece algo olvidado por los historiadores?
Algunos interrogantes que nos pueden servir de guía para encarar la continuidad de esta publicación, que no pretende enseñar Historia sino màs bien abordarla con humildad y honestidad intelectual, intercambiando opiniones que contribuyan para que la Historia argentina no sea un relato muerto sino todo lo contrario.

Aquí entonces lo que voy asimilando y aprendiendo de Juan José Castelli, aquel hombre que los miembros de la Audiencia calificarian, en septiembre de 1810, como el "orador destinado para alucinar a los concurrentes"

Castelli nace en el seno de una familia acomodada de Buenos Aires, en 1764

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21 feb 2013

POLITOLOGÍA FANÁTICA

En la publicación anterior pretendí  desarrollar algunas líneas de pensamiento que me lleven a explicitar mi visión sobre el proceso electoral argentino que pronto cobrará notoriedad, proceso que ha de culminar con las elecciones a realizarse en Octubre.
Ciertamente, a dicha publicación aún le resta bastante desarrollo, profundizando aún más en los análisis necesarios para alcanzar un conocimiento válido de procesos tan importantes para la sociedad que habitamos.
Confío en poder retomar tales análisis cuanto antes, incluso en esta misma publicación, ya que la idea fuerza que planteo, si bien ha sido explicitada en el título, no tiene aún el desarrollo que le de entidad propia.
Aquella idea fuerza que origina mi anterior post pretende dejar asentada mi creencia, o mi convicción, de que el oficialismo, tanto el bonaerense como el nacional, conservará, en gran medida, el poder de los últimos tiempos, luego de las elecciones legislativas de este año.

Tal afirmación, sin duda, representa una apuesta muy fuerte de mi parte, ya que muchos me dirán que perdí la cordura y me pedirán que abandone mi insistencia en una politología barata, propia de la más absoluta ignorancia y de un fanatismo irracional, que sólo terminará hundiéndome en las arenas movedizas del desprestigio y la burla.

No puedo decir que esten equivocados los que así piensan, ya que es muy probable que sea grande mi ignorancia y fanático mi sentimiento hacia el kirchnerismo.
Pero si soy consciente de la peligrosidad que representa el cóctel ignorancia más fanatismo, ¿porqué seguir en el sendero hacia la desaprobación y el escarmiento de la "sociedad" lectora?
Parte de la respuesta quizás se fundamente en que esa partecita de la sociedad que puede llegar a leerme ha de ser realmente diminuta, y esto es un concepto objetivo, no descalificativo.
Dicho de otra manera, debe ser prácticamente nula mi influencia en la formación del pensamiento político de mis lectores.
¿Para qué escribir entonces? podría preguntarse alguien. Cada uno tendrá sus respuestas al respecto. Yo lo hago porque desde hace una década comenzó a importarme mucho más la Política y la Historia argentina. El escribir sobre ellas me llevan a querer aprender cada día más, a traves de lecturas y de los debates o intercambios de opiniones que pudieran originarse a raíz de mis publicaciones.

16 feb 2013

CAMINO A UN NUEVO TRIUNFO OFICIALISTA? (primera parte)

Es impresionante con que velocidad -y voracidad- suceden los hechos y procesos que van configurando nuestra realidad, en especial a lo que hace a la política criolla. Muchos quizás no pueden -o no quieren- apreciarlo por el singular fenómeno donde el estar tan pendiente de nuestros asuntos cotidianos produce un estado de inmovilización, o de estar moviendonos en cámara lenta, cuando en verdad toda la existencia está aconteciendo de manera vertiginosa.
O quizás sea el simple hecho de que preferimos ignorar o despreciar todo lo que ocurre en la dimensión política que nos rodea y atraviesa.

El hecho concreto es que en tan sólo seis meses estaremos votando nuevamente, en la instancia de la denominada PASO, la elección primaria que se realiza dos meses antes de la general.
Seguramente alguien pensará o me señalará que aun no es tiempo de hablar de elecciones, que es temprano y que a la gente no le interesa porque "está en otra".
Esa creencia, o modo de ver las cosas, es justamente una prueba de lo señalado al inicio de la publicación.
Probablemente en los medios tradicionales aun no se esta hablando abiertamente sobre los procesos electorales que definiran buena parte de la dimensión política de los próximos dos años.
Sin embargo, en los blogs y otros espacios de discusión y difusión virtual ya es posible advertir una creciente tendencia a pensar y escribir sobre la política argenta.

No cabe duda que hay -y habrá- mucho para reflexionar, escribir y debatir, lo que no es garantía de que siempre se encuentre la verdad o la explicación certera de los hechos.
Pero no deja de ser válido que se encare el análisis y la comprensión de las variables que cruzan y definen no solo la coyuntura sino también el corto y mediano plazo de la realidad política.

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A quienes aún no lo saben les comento que estas publicaciones -como la gran mayoría de lo que escribo en la web- son elaboradas en mi móvil, de allí que a veces las suba al blog de manera urgente, con fallas de tipeo o escaso desarrollo teórico, por temor a que la inestabilidad de la señal telefónica me impida hacerles conocer mi pensamiento. También veran que muchos de mis posts culminan con el clásico "continuará", porque soy consciente de que le faltan desarrollo y guardo la esperanza de retomarlos en algún momento.
Esa necesidad de escribir a contra reloj me pone muchas veces en la situación de avanzar en la escritura sin tener en claro que título le pondré al texto.
Y es un hecho que cuando decido finalmente un título muchas cuestiones, planteadas o no en el post, comienzan a adquirir nuevas reinterpretaciones.

¿Camino a un nuevo triunfo oficialista? es una manera impactante y provocadora de titular. No sólo porque tienta a su lectura sino también, y sobre todo, deja abierta la posibilidad a varios desarrollos teóricos y a diversas especulaciones o conjeturas.

Decia anteriormente que es posible que en los grandes medios informativos aun no se hable abiertamente sobre política argentina, esto es, en términos de los procesos electorales que definaran los representantes de cada agrupación política.
Sin embargo, no significa esto que los medios no esten actuando para el logro de sus intereses, y para ello estan decididos a dañar al gobierno nacional con una artilleria discursiva que busca influir en el pensamiento político de las masas.
Su mayor interés y objetivo es que el Kirchnerismo, o cualquier otra fuerza comprometida con las políticas e ideologías imperantes en la última década, no se mantenga en el poder.
Cualquiera que lea, por ejemplo, La Nación o Clarín, dos de los medios pertenecientes a poderosos grupos empresariales, comprobará que sus artículos son una sucesión de criticas y ataques al gobierno y a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, con el evidente propósito de deslegitimarlo ante la opinión pública, para así crear un estado de ánimo pesimista y adverso a la permanencia en el poder de un gobierno que le hace frente a las corporaciones de todo tipo.

Recordaran Ustedes, por caso, que los medios hegemónicos, en ocasión del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, pretendieron crear la imagen de una presidenta débil y vulnerable, a semejanza del momento histórico en que la muerte de Juan Perón obligó a que su mujer, Isabel, inexperta de toda actividad política, asumiera el poder en un contexto de creciente inestabilidad y violencia.
Aquel fue, en efecto, un gobierno débil, condenado desde el vamos al fracaso. Pero no hay comparación con la situación que debió afrontar nuestra actual presidenta, en gran medida porque la Argentina ya no era el mismo país de aquel entonces, pero además porque Cristina se hizo fuerte en la adversidad y los que la compararon con Isabel debieron tragarse sus palabras.
Prueba contundente de la incapacidad -y de la malaintención- de los analistas políticos ha sido querer mostrarla como débil y conciliadora, en comparación a un Néstor Kirchner que habría sido duro e impiadoso. Ahora resulta que Néstor era más accesible, pragmático y conciliador, en relación a una Cristina crispada, inflexible, caprichosa y más "cerrada", ideológicamente.

Los medios "opositores" se empeñan en crear en el pensamiento político de la ciudadanía la idea que la presidenta gobierna sola, sin nadie confiable a quien consultar y sin voluntad para escuchar otras voces ajenas a su entorno, lo que la llevaría a mostrarse soberbia y crispada. Aseguran además que todo ello estaría provocando en la consideración ciudadana un sostenido descenso de su imagen positiva; llegando incluso a vaticinar que una caida a niveles tan pobres de popularidad y simpatía serían muy difícil de revertir.
Lo llamativo es que no esten publicando ninguna encuesta que corroboren tales afirmaciones.

CONTINUARÃ

7 feb 2013

CASTELLI, HISTORIA Y MEMORIA

En la introducción del libro "Juan Josė Castelli. De súbdito de la corona a líder revolucionario", de Fabio Wasserman, se lee: "(...), queda sin embargo una pregunta que una biografía debería poder dilucidar: ¿quién fue Castelli? Esta pregunta nos remite a un problema de difícil resolución en todo estudio que quiera ir más allá de la ubicación del personaje en un contexto social y político: cómo acceder a su intimidad. En este caso el problema se agudiza pues, a pesar de las numerosas valoraciones retrospectivas que se han hecho de Castelli, lo cierto es que casi no disponemos de documentos como memorias, biografías, cartas o relatos de familiares y allegados que nos permitan reconstruir su intimidad o al menos realizar conjeturas sobre cuáles eran sus percepciones, ideas y sentimientos. Esta falta se hace sentir sobre todo en lo que hace a su infancia y juventud, período del que sólo contamos con información escasa que nos permite ubicarlo en determinados escenarios, pero sin que podamos saber cómo se desenvolvió en ellos. También afecta a sus momentos de mayor exposición pública, en los que mantuvo una nutrida correspondencia. En relación con esto último hay una explicación posible, y es la pérdida de sus papeles tras la derrota de Guaqui. Décadas más tarde, el erudito boliviano Gabriel René Moreno pudo hacerse con parte de su archivo, pero estos y otros documentos sobre la historia de Bolivia que tenía guardados en un depósito de Santiago de Chile se perdieron a causa de un incendio producido en 1881".

Estas palabras de Wasserman me resultaron apropiadas para ensayar algunas reflexiones vinculadas a una de mis mayores inquietudes de los últimos tiempos: el conocimiento de nuestras historias de vida.
Pero dicho conocimiento no surgirá de la nada: es necesario dejar evidencias; testimonios de nuestra existencia.

Se podría llegar a pensar que la era de la información en la que vivimos está a años luz de los tiempos de Castelli, lo que permitiría que cualquiera de nosotros podría asegurar un saber histórico a todo aquel que se propusiera investigar nuestra vida. Tal creencia se basaría, sobre todo, en la fé ciega que hemos depositado en el poder de las imágenes: pensamos que un video de una fiesta familiar y las fotos de la biografía de Facebook son más que suficientes para dejar testimonio de nuestro paso por este mundo.

Sin embargo, las imágenes pueden dar cuenta, sobre todo, de la vestimenta o del peinado de moda, o de cómo nos ha tratado la vida. Pero nos diran poco y nada de nuestras ideas y sentimientos.
En tal sentido, la palabra aún conserva una supremacía que difícilmente pueda ser socavada, aunque muchos crean que son más piolas por escribir y hablar como se les antoje.

¡Qué no darían los biógrafos por tener una grabación de los majestuosos discursos de Castelli, "el orador de la revolución"!
Por lo visto ni siquiera se dispone de la mayoría de sus cartas o del relato de sus contemporáneos que nos "hable" de su pensamiento y de sus sensibilidades. ¡Y qué bien nos vendría saber mucho más sobre él!

Así también algún día alguien, o muchos, se sientan motivados a querer saber más de nuestra existencia. ¿Les vamos a proporcionar sólo imágenes para que intenten comprendernos?
Si anhelamos sobrevivir en la consideración de las próximas generaciones es necesario que le demos una mayor atención a la tarea de crear herramientas que permitan el nacimiento y desarrollo de una memoria histórica.

12 dic 2012

VERGÜENZA Y DOLOR NACIONAL (por Victor Gabriel Gullotta)

Así como lo dice, bien clarito, mi estimado amigo Victor: SALGAN A PROTESTAR Y CACEROLEAR AHORA, ya que tanto los indigna la inseguridad y la corrupción!

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11 dic 2012

¡ TENEMOS DEMOCRACIA, ROMERO!

IDEAS CRUDAS (razonando a fuego lento): AUTORITARISMO vs. LIBERALISMO?: mundo parió: Romero cuestiona el "mito" de Evita pero estigmati... : "

Haciendo click en el enlace que inicia éste post, destacado en color verde, podran acceder a otro post, que a su vez también te enlazaba a otro post, en otro blog, donde se criticaba ciertos planteos historiogràficos e ideológicos de Luis Alberto Romero.
En mi publicación del 1ro de agosto reflexionaba sobre la conveniencia de leer a varios historiadores de distintas orientaciones ideológicas. Por otro lado, en base a nuevas perspectivas que te brinda la experiencia diaria y la diversidad de lecturas, insinuaba una tímida crítica al pensamiento de dos historiadores de destacados renombre en los àmbitos académicos de la Historia Argentina: José Luis Romero y Luis Alberto Romero,padre e hijo, respectivamente.
Pero si mis críticas eran màs bien tímidas, y tendían a ser conciliadoras con los historiadores citados, en la presente publicación tenderan a ser màs duras y seguras de mis convicciones.

Es que si Romero padre postulaba que el "nudo central del drama argentino" se debía al choque de los principios del autoritarismo y del liberalismo, su hijo nos dirà, en una nota periodística titulada, de manera provocativa y un tanto desafortunada, "1983 -2012: nuestra larga transición al autoritarismo":
"El 10D de 1983 Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la República. Matizando la euforia general por la vuelta de la democracia, las voces mas sensatas señalaron que comenzaba un largo camino, una transición. Fuimos
ingenuos. A 29 años de distancia, resulta que la transición no llevó a la democracia sino a un lugar muy distinto: el autoritarismo plebiscitario".

Se ve que las ideas que esgrimía el padre para explicar y entender nuestra historia han calado profundo en los esquemas conceptuales de Romero hijo. Todo lo explican con una palabra màgica y poderosa: autoritarismo. Pero lo que ambos Romero pretenden determinar entorno de la dialéctica entre el autoritarismo y el liberalismo bien podría ser analizado a partir de las disputas y contradicciones, ya ni siquiera entre la derecha y la izquierda, sino màs bien entre lo popular y lo aristocràtico u oligàrquico,entre lo nacional y lo antinacional, o entre los patriotas y los traidores.

Nos dice Romero, en otro tramo de su nota -publicada en Clarín, ¿dónde màs sino?- que "La democracia de 1983 se fundó en el Estado de Derecho y en las instituciones de la República. En la ciudadania y en el sufragio. Tambiėn, en el pluralismo, la valoración de la diferencia, el respeto al otro y el debate racional.(...) La democracia de 2012 conserva el sufragio. Pero parece que los votos colocan al presidente por encima de las leyes y las instituciones. (...) La confrontación y la polarización son virtudes, y no se espera nada del debate (...)"
"Esta concepción se ha radicalizado en los dos ūltimos años, y avanza hasta las mismas libertades personales. Es posible que celebremos el aniversario de la democracia con un golpe a la libertad de prensa y un magnicidio a la Justicia."

CONTINÚA